Es particular la situación que enfrenta el tenis argentino. El faltante de pelotitas obligó a suspender torneos e instaló la preocupación entre jugadores, profesores y aficionados.
El tema es que, por asuntos burocráticos, no se consiguen pelotas. Los factores clave: falta de importación y fabricación nacional.
El problema escaló en las últimas horas al punto de tener que suspenderse diferentes torneos.
El faltante de pelotitas, la última preocupación en el tenis
Cuestiones impositivas, importación con bloqueos, falta de inversiones y el ya conocido tipo de cambio pueden entenderse como las claves de la situación actual.
Son dos las empresas que en Argentina se encargan de la fabricación de pelotas de tenis. Mafer produce alrededor de cinco mil unidades por día, mientras que Penn asciende su elaboración a 26 mil. El tema es que en la actualidad esa producción se ubica en la mitad.
Sabido es que los profesionales y juveniles que se desempeñan en el ámbito internacional usan pelotas de otro tipo de calidad, en general importadas. Es por eso que, ante la imposibilidad de dar con ellas, no pueden prepararse como quisieran de cara a los certámenes mundiales.
La consecuencia directa es que no pocos torneos del calendario de la AAT (Asociación Argentina de Tenis) se suspendieron. El de Corrientes, por ejemplo.
Al no poder tener regularidad en el ingreso de pelotitas de tenis, las empresas nacionales que cuentan con la representación de las firmas extranjeras -Wilson, Dunlop, Babolat, Head- no están ofreciendo promociones.
Se necesita alrededor de un millón de pelotas por mes para cubrir las necesidades del tenis argentino. La realidad es que no se llega a cubrir hoy ese número.