El domingo pasado, luego de tres semanas de competencias, se dio fin a los Juegos Olímpicos realizados en París. Con la llama olímpica apagada, se dio inicio a las Olimpiadas.
Más allá de que en los últimos tiempos la Real Academia Española haya aceptado que “Juegos Olímpicos” y “Olimpiadas” tengan una acepción similar a la otra, radica una diferencia temporal entre estos conceptos.
Los términos Olimpiadas y Juegos Olímpicos describen eventos diferentes, aunque durante algunas semanas, superpuestos temporalmente.
El Juego Olímpico es la forma de denominar a la etapa de competencia, desde su jornada de apertura hasta la de cierre, también contabilizando los días previos a la ceremonia inaugural en los que ya se disputan algunos deportes específicos.
La Olimpiada, en cambio, es un período de cuatro años que comienza el 1 de enero del año en el que se llevarán a cabo los Juegos Olímpicos y se extiende hasta el 31 de diciembre del cuarto año de ese período.
En líneas generales, el primero de enero de este año comenzaron las XXXIII Olimpiadas de cara a Los Ángeles 2028. La misma finalizará el 31 de diciembre de 2027, incluso habiendo deportes que no tengan a sus clasificados para la nueva edición de los Juegos Olímpicos.
Una creencia errónea es que la Olimpiada abarca los cuatro años de pausa entre cada Juego Olímpico. Sin embargo, esto es falso ya que, como se mencionó, la misma se rige por el calendario tradicional que va de enero a diciembre sin importar lo deportivo, político u organizativo de la cita próxima a comenzar.
