El estallido social en Perú, desencadenado por la protesta de transportistas, que tras enfrentamientos con la Policía dejó cuatro muertos y que por lo cual obligó a su presidente a declarar el toque de queda, puso en duda los compromisos de Copa Libertadores en Lima, entre estos el que deberá afrontar River Plate mañana frente a Alianza.
El toque de queda comenzó esta madrugada y finalizará esta medianoche en Lima y en la ciudad vecina de Callao. Por lo que -en teoría- no afectaría el normal desarrollo del partido organizado por Conmebol, según la propia organización.
Edwin Ordóñez, dirigente de Alianza, en diálogo con TyC Sports, explicó que “existe una situación convulsionada, el paro del gremio de Transportes fue el detonante, pero para nosotros el partido se juega, tenemos las garantías de la Policía. El toque de queda termina mañana (miércoles) y no es estricto. No existe ninguna situación para que se suspenda el partido”.
Y el dirigente agregó: “Hubo una reunión con el Ministerio del Interior y trabajamos con normalidad. Respondimos las preguntas de Conmebol, estamos en comunicación permanente con ellos y el Aeropuerto de Lima funciona de manera natural. Se va a jugar con normalidad y con público. Ya vendimos más de la mitad de las localidades -el Estadio Nacional de Lima tiene capacidad para 38.777 espectadores- y la hinchada de Alianza siempre acompaña”, agregó el dirigente.
Pese a la afirmación de Ordóñez, hay vuelos cancelados hacia Perú. Lo que -más allá de las garantías que sostienen desde el país incaico y de que el vuelo del elenco millonario es chárter- desde la institución de Núñez tampoco han confirmado si podrán viajar.
Será la Conmebol la que tenga la última palabra. Se espera que se expida en las próximas horas con una resolución definitiva.