Pep Guardiola marcó -y sigue marcando- una época en el fútbol mundial. Con fanáticos y detractores, como ocurre siempre en casos de personajes exitosos, el entrenador tuvo un gesto muy particular y de alguna manera único luego de perder la final de la Champions con el Manchester City ante el Chelsea: besó la medalla por ser subcampeón.
El gesto de Guardiola sin dudas sorprende en un deporte tan exitista como el fútbol y cuando lo más usual es que cada subcampeón se saque esa medalla inmediatamente después de que se la cuelgan en el cuello. Pep no sólo no lo hizo, sino que besó esa medalla que nadie quiere.
Para el entrenador español es un nuevo golpe que le asesta la Champions. Desde que la conquistó por duplicado con aquel inolvidable Barcelona con Lionel Messi, Guardiola no pudo con el Bayern Munich y ahora tampoco lo logró con un Manchester City que hizo una espectacular campaña en la Premier League.
Esta vez, en la despedida del Kun Agüero de los Ciudadanos, el Chelsea fue el que superó al Manchester City, con un gol del alemán Havertz en la parte inicial. Justamente, Guardiola puso al argentino en la parte final, cuando su equipo necesitaba lo que fuera para llegar al empate (algo que finalmente no llegó).
Al final de cuentas, el beso a la medalla de Guardiola sin dudas manifiesta la importancia que le da al hecho de haber llevado a los Ciudadanos a la primera final de Champions de su historia...