El jueves pasado ocurrió uno de los capítulos más lamentables en la historia del fútbol, cuando un grupo de hinchas de Gimnasia y Esgrima de La Plata fueron reprimidos por la policía en las inmediaciones del estadio, donde esperaban presenciar el duelo ante Boca Juniors.
El nefasto operativo policial tuvo como saldo la muerte de César Regueiro, un simpatizante muy querido por el pueblo tripero. Además de las secuelas psicológicas del suceso, también hubo personas que sufrieron consecuencias físicas e irreversibles.
Una de ellas fue Rodrigo Arballo, un fanático del Lobo que fue baleado en un ojo y que tiene serias chances de perder la visión y que aseguró: “Me explotó el ojo y no sé si podré volver a ver. Tengo un transporte escolar y me arruinaron la vida”.
El relato de aquella fatídica noche en La Plata
Rodrigo Arballo contó de primera mano lo sucedido la noche del pasado jueves en la que fue víctima y testigo de la represión policial: “Llegué 20 minutos antes del partido y las puertas ya estaban cerradas, algo que nunca se había visto. Estaba contra la valla con mi ticket en la mano y empezaron a empujarme. Cuando me dio vuelta para ver qué pasaba recibí el disparo en la cara. El policía estaba a un metro. Después de eso me pegaron un piedrazo en la cara y me desmayé. Mi señora tiene nueve balazos en la espalda”, comenzó en diálogo con el medio TN.
Además, contó que fue su hermana quien lo encontró inconsciente en la calle y que lo llevó como pudo hasta el hospital. “Me arrastró hasta el auto que estaba a unas 15 cuadras y me llevó al hospital San Martín, en donde no quisieron atenderme. Después de eso, me llevó al Rossi en donde me dejaron internado”.
“La Policía ya sabía lo que iba a hacer. Estaba todo planeado. Fui a ver muchos partidos, con más gente que la que había contra Boca y nunca había pasado algo así. Para mi hubo algo planificado”, aseguró de forma tajante.
Las consecuencias del disparo en la cara del hincha de Gimnasia
La situación de Rodrigo Arballo no es para nada alentadora, ya que posee la retina comprometida de su ojo izquierdo tras sufrir un balazo de goma (deberá ser operado) y, además, una triple fractura de pómulo por un adoquinazo. “Tengo comprometido el ojo, no saben si voy a volver a ver. Tengo quebrada la mandíbula y el maxilofacial en dos partes”, contó.