Usar seudónimos o apodos para identificar a equipos del fútbol argentino no representa el resultado de una ecuación y tampoco parece ser el producto de una casualidad. Y aunque la gran mayoría de los sobrenombres con los cuales se identifican las institución deportivas de nuestro país comenzaron siendo miradas de reojo, con el paso del tiempo los hinchas los fueron adoptando como un símbolo más de identidad. Animales, colores y objetos son algunas de las características que se usaron para apodar a diferentes entidades. Y en nuestra provincia, no hay excepciones. Los clubes reciben diferentes alias y Godoy Cruz Antonio Tomba tiene varios.
Se considera que en la segunda década del siglo XX aparecieron los primeros sobrenombres en el fútbol nacional. En Godoy Cruz, por caso, surgieron apodos tales como el Expreso y el Bodeguero. Y años más tarde aparecería el Tomba. Los dos primeros son vinculados a partir de la fusión de dos equipos: Club Sportivo Godoy Cruz y Club Bodega Antonio Tomba.
Hay demasiados mitos en torno a la historia del origen de los seudónimos. Además, son pocas las certezas sobre los años de esos alias. Se sabe que en 1933 aparece el primero de ellos: el Expreso. Su nacimiento está ligado a publicaciones del Diario La Libertad, que decidió rebautizar a la entidad con ese nombre tras una gran racha positiva donde demolía a sus rivales. Por aquellos años también se relacionó con la proximidad que tiene la sede social del club con el ferrocarril, que pasa por las adyacencias del Feliciano Gambarte. Sin embargo, con el tiempo solo resistió la primera explicación.
En el caso del Bodeguero, su nacimiento está más claro y se vincula exclusivamente a la alianza de los clubes que dieron surgimiento a lo que hoy se conoce como Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba. Esa vieja Bodega Tomba que quedó en la historia no solamente de la institución sino también del propio departamento, fue el alma mater para que este alias quedara grabado a fuego.
Fueron los propios empleados de la Bodega quienes, pretendiendo homenajear a Antonio Tomba, ese empresario italiano que durante décadas supo darle vida a negocios que se convirtieron en fuente de ingresos para los habitantes del departamento, bautizaron así a la entidad. Otra consideración respecto de este seudónimo se lo vincula a otro diario que circulaba en aquellos años en territorio provincial. La Palabra había calificado aquel andar victorioso del club con el nombre de Tanque Bodeguero, un hecho que luego motivaría la construcción del Tanque insignia que se divisa en el sector sudoeste del Feliciano Gambarte y el cual, al igual que el propio estadio, fue remodelado en su fachada con motivo del regreso del club a su cancha hace unos meses.
La marca registrada. El apodo Tomba es el más escuchado a lo largo y ancho de nuestro país para nombrar a esta institución pionera en el fútbol de Mendoza. Pionera porque fue la única que ganó el desaparecido Torneo Regional y también porque fue la primera que llegó a las principales categorías de AFA: Primera Nacional (otrora B Nacional) y Primera División. Si bien este seudónimo se desprende del nombre del club, se piensa que su surgimiento fue también en la década del 30 como un nuevo reconocimiento a Antonio Tomba, quien murió joven (apenas tenía 50 años), dejando un legado que se mantiene en el tiempo.
Cuando Mendoza se subió al Expreso
El futbolero mendocino siempre apoyó al equipo que estaba a punto de dar el gran salto al fútbol grande. Y un sábado 10 de mayo de 1997, Godoy Cruz, que marchaba tercero, se enfrentaba, por la vieja B Nacional a Argentinos Juniors, que llegaba como líder. El encuentro se disputó en un Malvinas Argentinas repleto, pese a que el partido era televisado. Aquella vez estuvieron presentes 40 mil almas y la cifra dejó un marco histórico. Desde los viejos Nacionales que ningún equipo mendocino provocaba, por si solo, semejante convocatoria
Aquella tarde, el Expreso ganó 2-0 y alcanzó la línea de su rival. Martín Astudillo fue la figura de la cancha. Aquella temporada fue la primera vez que Godoy Cruz tocó el cielo con las manos y estuvo a punto de conseguir el ascenso a Primera División. Sin embargo, se quedó sin chances a dos fechas del final.
