Ubicado a 15 km de Doha, capital de Qatar, el Lusail Stadium cuenta con una capacidad para 80.000 espectadores y será la sede de la final de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022. Su diseño está inspirado en el juego de luces y sombras que caracteriza a la tradicional lámpara “fanar” . Su forma y fachada es reflejo de los tradicionales cuencos, vasijas y otras piezas de arte encontradas en todo el mundo árabe e islámico.
Una ciudad futurista en armonía con el ambiente
Lusail es pionera entre las ciudades. Cada aspecto de su planificación, desde su sistema de tranvía y abundantes espacios verdes hasta este escenario está centrado en la sostenibilidad, se concentra en las necesidades humanas y la conservación del medio ambiente.
Una vez que finalice la Copa Mundial el estadio se transformará en un espacio comunitario que incluirá escuelas, tiendas, cafés, instalaciones deportivas y clínicas de salud. Este centro comunitario permitirá a las personas encontrar todo lo que necesitan bajo un mismo techo. Durante la conversión, la mayoría de los 80.000 asientos se retirarán y se donarán a proyectos deportivos.
El trabajo de sostenibilidad comenzó en el momento en que se concibió por primera vez el estadio y se eligió su ubicación. Los fanáticos pueden viajar a los partidos a través de carreteras mejoradas, el metro de Doha, autobuses de enlace e incluso a pie, todos métodos de transporte ecológicos adecuados para esta ciudad del mañana.
Los procesos de construcción se controlaron estrictamente para minimizar la polución y la contaminación. El agua reciclada se utilizará para regar las plantas alrededor del estadio que serán todas variedades locales, que requieren poca agua. La instalación de accesorios de agua eficientes y sistemas de detección de fugas en todo el complejo del estadio conservará un 40 % más de agua dulce que en los estadios convencionales.
Cada vecindario tendrá sus propios servicios esenciales a poca distancia. Mientras tanto, las instalaciones más grandes, como los centros comerciales, se ubicarán cerca de enlaces de transporte ecológicos, lo que alentará a las personas a utilizar la extensa red de transporte público. En toda la ciudad, los medidores de energía inteligentes conservarán energía y los desechos orgánicos se recolectarán para combustible de biomasa, además se encontrarán espacios verdes en cada esquina para mejorar activamente la calidad del aire.
El desafío de combatir las altas temperaturas
Por primera vez en la historia de las Copas del Mundo, este campeonato se jugará en otoño, esto es debido a las altas temperaturas que se registran en el país anfitrión durante los meses de junio y julio, es decir en pleno verano. Aún así en noviembre el termómetro seguirá marcando máximas por encima de los 30 grados centígrados. Es por eso que los organizadores han utilizado todos los recursos para que tanto los jugadores como los espectadores disfruten del espectáculo de la manera más confortable posible.
El estadio está equipado con tecnología de enfriamiento, adecuada para ofrecer a los fanáticos y jugadores un clima más agradable, el techo ha sido diseñado teniendo en cuenta el medio ambiente. Un material de última generación que permitirá la entrada de suficiente luz para el crecimiento del pasto de la cancha, mientras proporciona sombra para reducir la carga del aire acondicionado del estadio y además estará cubierto por paneles solares, los que darán electricidad a la construcción y a los edificios aledaños.
Lusail será sede de seis partidos de la fase de grupos, incluido el que disputará la selección argentina con Messi como estandarte, frente a Arabia Saudita el martes 22 de noviembre a las 16 horas de nuestro país. Luego se disputarán un partido de octavos de final, uno de cuartos, una de las semifinales y finalmente el partido decisivo que coronará al nuevo campeón mundial de fútbol.
