Abrazos, llantos y cánticos de algarabía se vio en el estadio Bankwest Stadium de Sidney, después del triunfo de Los Pumas sobre Nueva Zelanda por 25-15, en el torneo de las Tres Naciones. Realmente conmovedor, tomando en cuenta que este equipo pasó 13 meses sin jugar y este fue el primer puntapié a la actividad. Y de qué manera lo hizo, con una histótica hazaña.
Este grupo de rugbiers argentinos, no estuvieron solos. Sintieron el aliento de un centenar de argentinos que acompañaron y fueron testigos del equipo ganador de un duelo que por el historial, Argentina no tenía chances. Sin embargo, Los Pumas rompieron con este pronóstico logrando la primera victoria sobre los All Blacks. Lo enfrentaron 29 veces obteniendo 28 caídas y un empate (en 1985).
Después de este 13 de noviembre, ya nada será igual. Los Pumas rugieron más que nunca, se hicieron notar y sentir en el campo de juego y nada más ni nada menos que contra los mejores del mundo. Un objetivo cumplido de años, que da muestra de la evolución del rugby argentino.