Se viene una nueva pretemporada de la Liga Nacional y este viernes en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata se disputó el clásico de La Feliz que tuvo un final lejos del apodo de la ciudad. Peñarol, parte de la máxima categoría, y Quilmes, de la Liga Argentina, con la Copa Juan Pablo Sánchez en juego.
Lo que era una fiesta con dos hinchadas en el recinto mutó en bochorno: hubo fuertes enfrentamientos en plena tribuna y el encuentro debió detenerse a falta de dos minutos y medio, declarando ganador al Cervecero por aventajar al Milrayita por 63-48.
La escalada de bronca entre ambas parcialidades llegó a punto de ebullición en el tramo final del partido, cuando restaban 2:32 minutos. Comenzaron a trenzarse mano a mano sin privarse del revoleo de sillas y hasta de plateas arrancadas de sus lugares, con personas rodando por las escaleras.
La Policía, si bien tardó unos minutos en intervenir, tampoco la pasó bien cuando intentó calmar las aguas, siendo objeto de lanzamientos de objetos contundentes y golpes varios. Mientras tanto, el árbitro del partido dio por terminado el match y los jugadores de Quilmes aguardaron para festejar que finalizara el vergonzoso espectáculo.
Después de más escenas de lucha en las gradas, la situación se dispersó y finalmente los Cerveceros pudieron levantar la copa ante cánticos, silbidos e insultos de todo tipo del público que permaneció en el recinto.
Luego del bochorno, ambas instituciones emitieron un comunicado oficial en sus respectivas redes sociales lamentando los serios incidentes. “Desde el Club Atlético Quilmes repudiamos los hechos de violencia sucedidos en el clásico del básquet argentino. Estamos en contra de todo tipo de manifestación que no sean los valores que da el deporte y la educación”, indicaron desde el lado tricolor.
En tanto que Peñarol remarcó que “repudia enfáticamente los hechos de violencia acontecidos en el marco del clásico”. Luego, completó: “Estos incidentes provocados por un grupo de inadaptados no pueden empañar la lucha y el trabajo en común llevado a cabo durante todos estos años para erradicar la violencia en el estadio”.