Real Madrid y Partizan se enfrentaban por la Euroliga de básquet y mientras los serbios se imponían 95-80, se dio un choque entre bases que terminó a las piñas y con el partido suspendido. El argentino Gabriel Deck se vio envuelto en la batalla, a la espera de las sanciones.
Faltaban 2 minutos para el final, cuando Sergio Llull y Kevin Punter chocaron en una jugada y comenzó una pelea a la cual se sumaron otros jugadores de ambos equipos y entre ellos se lo vio a Tortu.
Tras el escándalo, los equipos abandonaron la cancha sin poder completar los 40 minutos en el estadio WiZink Center y el basquetbolista del club español Rudy Fernández aseguró post partido: “Tenemos que pedir perdón a nuestros aficionados y a todos los aficionados del baloncesto”.
“No se tienen que ver estas situaciones pero con muchas pulsaciones se cometen errores y esto es lo que ha pasado”, admitió y agregó: “Somos dos clubes amigos. La tensión del partido se debe quedar en lo de hoy y que sigamos jugando al baloncesto y que esto no vuelva a pasar”.