Se jugaba un partido de básquet en Uruguay. Por el torneo Metropolitano, repleto de argentinos sin actividad en nuestro país, Danubio caía frente a Cordón, que dominaba el encuentro cómodamente. Todo transcurría con total normalidad en este partido a puertas cerradas (por la pandemia del coronavirus), hasta que un tropezón despertó primero risas y después ira en los allí -aunque pocos- presentes. Una explosión que hizo reír mucho en redes sociales y recorrió el mundo por lo insólito de la situación.
Mientras los dos equipos montevideanos se medían en el tramo final del encuentro, aconteció algo completamente inesperado. Luego de que un joven jugador del elenco blanquinegro cayera al piso luego de resbalarse, los integrantes del banco de suplentes rival comenzaron a reírse. Su padre, que estaba allí presente, tuvo un estallido de furia y comenzó a defenderlo de la manera más práctica que se le ocurrió: insultando a los gritos.
Así, el hombre adulto, que fue tomado por las cámaras, comenzó a lanzar una serie de insultos irreproducibles, primero a un integrante del banco de suplentes y luego a todos los que le contestaban o se mofaban de lo que estaba pasando. El enojo del señor era tal que incluso los llegó a invitar a pelear afuera. En el medio, los periodistas de la transmisión no sabían cómo reaccionar a algo completamente fuera de lugar.
Para colmo, la falta de espectadores in situ hizo que los gritos se escucharan de forma clarísima en la transmisión televisiva. Aunque al principio los jugadores y árbitros miraban atónitos, fue cuestión de minutos para que el colegiado frenara todo y pidiera la salida del furioso hombre del estadio. Al haber sido autorizado por el club para ingresar, ahora Danubio tendrá que cumplir una fecha sin público, algo que resulta hasta gracioso ya que se está jugando a puertas cerradas. El agresor fue identificado y no podrá volver a decir presente por lo que resta de campeonato.
