Carlos Alcaraz llegó a Río de Janeiro para disputar el ATP 500 de la ciudad brasileña con las esperanzas de mejorar su actuación de la semana pasada en Buenos Aires, pero su ilusión duró apenas dos games. El español de 20 años, quien venía de caer en las semifinales del Argentina Open ante el chileno Nicolás Jarry, sufrió la torcedura de su tobillo derecho cuando jugaba el segundo punto de su debut ante el local Thiago Monteiro y debió retirarse.
Generó preocupación desde un primer momento porque quedó durante algunos segundo tendido sobre el polvo de ladrillo del estadio Guga Kuerten y la escalofriante imagen del momento de la lesión confirmaba que la lesión era de gravedad. Alcaraz intentó deslizar para ir a buscar un drive cruzado de Monteiro, pero se le trabó la pierna derecha y eso llevó a que caiga con todo el peso de su cuerpo sobre ese tobillo derecho.
Recibió atención de uno de los médicos del torneo, quien le estribó fuertemente la zona afectada, e intentó continuar jugando. Quebró en ese primer juego con el saque de Monteiro, pero se notaba que intentaba terminar los puntos en dos o tres golpes. No estaba en condiciones de hacer grandes desplazamientos.
Después el brasileño recuperó el quiebre y allí fue cuando Carlitos se dio cuenta que no tenía sentido seguir en cancha y abandonó el partido. A falta de un diagnóstico oficial, resulta difícil de imaginar que pueda disputar la exhibición con Rafael Nadal que tenía programada para el 3 de marzo (dentro de menos de dos semanas) en Las Vegas.
Dependiendo del grado de la lesión, decidirá junto a su equipo si llega a jugar los Masters 1000 de Indian Wells (8 al 19 de marzo) y Miami (19 de marzo al 2 de abril).