Cuesta recordar una jugada más insólita que la que se vivió en el segundo penal que le dieron a Independiente en el Libertadores de América frente a Colón. El árbitro le dio la orden al arquero Ignacio Chicco de sacar del arco, el uno movió la pelota apenas con el pie y ahí apareció Paolo Goltz, que tomó la bocha con la mano y procedió a acomodarla al costado del área chica, para patear él el saque de arco. Claro, no se dio cuenta que el juego ya se había reanudado.
Nicolás Lamolina no se dio cuenta de la situación pero rápidamente lo llamaron del VAR y, tras unos minutos, tuvo que convalidar el penal. Por más insólita que parezca la jugada, la realidad es que la pelota ya estaba en juego y el defensor procedió a moverla con las dos manos.