La previa de la final de la Champions League entre el Manchester City y Chelsea, en Oporto no fue del agrado para los habitantes de la ciudad portuguesa, sede de la disputa por la ‘orejona’. Importante cantidad de hinchas ingleses, muchos de ellos considerados hooligans, causaron serios disturbios con enfrentamiento de golpes de puños, un herido, locales destrozados y ataques a automóviles particulares, que obligó a la policía a intervenir en el asunto.
Debido a esta situación, y pese a no haber detenidos, la Policía lusa reforzó la seguridad en los aeropuertos, en el centro de la ciudad y los alrededores del estadio. Además se esperan la llegada de agentes especializados en este tipo de eventos provenientes de Inglaterra.
Previendo la llegada de al menos 12.000 espectadores, de los cuales se estima que 200 son hooligans de ambos clubes, es que se prohibirá el ingreso de éstos tras los incidentes ocurridos previamente.
El encuentro será en el estadio Do Dragão, escenario del choque por la final de la Liga de Campeones que tendrá como protagonistas a los dos de la Liga inglesa.