William Schlenker, el ex barra brava de River, se casó con Samanta Farjat, quien vivió momentos de mucha exposición mediática en los 90 como consecuencia del llamado caso Cóppola. La unión tuvo lugar en un registro civil de Marcos Paz, jurisdicción en la que Schlenker cumple su pena a perpetua por el crimen de Gonzalo Acro en 2007. Si bien el casamiento ocurrió en los últimos días de diciembre, recién salió a la luz ahora, luego de haber sido confirmado por Infobae.
Después de que Acro fuera asesinado, Schlenker estuvo dos años en la cárcel, y regresó a las celdas en 2016 después de que la Justicia confirmara su participación como instigador del crimen. Su hermano, Alan Schlenker, también fue condenado y cumple su pena en la Unidad Seis de Rawson, en Chubut. William pretende que la Corte Suprema revise su condena, aduciendo que él no era parte de la interna barra brava responsable de la muerte de Acro, el 7 de agosto de 2007.
En sus declaraciones, se desligó de los negocios millonarios de los Borrachos del Tablón y de la violenta lucha por poder, en la época en la que José María Aguilar estaba frente a la institución. “No estuve en el lugar, no hablé con el autor, no proporcioné el arma, no estuve en las reuniones previas de la barra. Es increíble esta condena”, aseguró Schlenker desde la cárcel-con su nueva esposa como intermediaria-en una declaración publicada por Infobae.
“Me condenaron por mi apellido”, insistió, dando a entender que fue por el vínculo con su hermano. Y añadió: “Quiero que la Corte Suprema revise mi caso, como hizo con Carrascosa por el crimen de María Marta (García Belsunce), por ejemplo. Porque no tengo nada que ver y ya llevo casi nueve años preso aunque soy inocente”.
Por qué mantuvieron el casamiento en secreto
William y Samanta decidieron no hacer pública su unión porque pretendían que el foco estuviera puesto en la situación penal del exbarra, luego de lo que pasó el año pasado con el casamiento de su hermano mayor.
En marzo de 2022, Alan contrajo matrimonio y festejó “a lo grande” en la cárcel de Rawson: bailó el vals, hizo el “trencito”, cortó la torta y fue él mismo quien compartió las fotos y videos en las redes sociales.
William, en cambio, está concentrado en la revisión de su condena por parte de la Corte, trabajo al que estarían abocados dos abogados, quienes estarían haciendo una presentación judicial con nuevos testimonios y pruebas.
Samanta también prefirió y prefiero la discreción y el silencio. En sus últimas apariciones públicas buscó subrayar su bajo perfil y dejar atrás su pasado mediático, luego de su boom al hablar del caso Cóppola, causa de la que fue testigo cuando apenas tenía 19 años.