De 78 años, Daniel ‘Yeti’ Giampietri, el endurista mendocino más antiguo en actividad, recibió un emotivo homenaje en plena percordillera de los Andes. Fue hace unos días cuando un grupo de amigos lo llevó “engañado” a dar unas vueltas por la montaña. Es que el experimentado competidor y rastreador de caminos no sabía que en el sector más alto de la ruta 13, a casi 3.000 metros, en la zona conocida como Segundo Monolito, se iba a encontrar con un tremendo homenaje a su trayectoria. “Yeti Giampietri, endurista guardián de los Andes”, dice la placa amurada al monolito.
“Es un sentido homenaje que queremos hacerle a una persona desinteresada, que ha ayudado a varias generaciones de enduristas a auxiliarlos, darles consejos, a trazar circuitos. Y ni hablar de los puesteros de la provincia por donde el Yeti ha transitado, todos lo quieren porque los ha asistido en todo momento”, comenta Oscar Zamora, presidente de la Federación Mendocina del Deporte Motor, uno de los organizadores de la reunión en la precordillera. A lo que agregó: “Pienso que los homenajes hay que hacerlos ahora, en vida, por eso nos pusimos manos a la obra con la gente del Club Aconcagua y los más amigos del Yeti para llevarlo al lugar”.
Daniel Dindorf, del Club Aconcagua, explicó que fueron unas 20 personas, divididas en dos grupos, uno acompañó al Yeti en su “paseo” desde Mendoza, Las Heras hacia la ruta 13 y el otro, en camioneta, desde Uspallata por la ruta 13 hasta el monolito. “Salimos como a las 4 de la mañana desde Uspallata para colocar la placa, pintar el monolito y dejar todo listo antes del mediodía, ya que a esa hora estaba previsto que llegara él al lugar junto al primer grupo. Y así fue”, manifestó Zamora.
Por otro lado, comentó que con el Yeti compartió una competencia importante, durante los Seis Días de Enduro, en Granada, y es un personaje muy querido en nuestra provincia y en gran parte del país. “En forma desinteresada les llevaba remedios a los puesteros o se llevaba las baterías para cargarlas en su casa y al otro día se las traía en la moto, creo que por eso lo quieren tanto. Además es una persona que es un ejemplo para los enduristas, como protector de la fauna y la flora natural, consideramos que se ha hecho justicia”.
“Me parece que le dan mucha importancia, no merezco esta distinción”, dijo por su lado, El Yeti, muy agradecido por el gesto que tuvieron sus amigos. El vecino de Godoy Cruz y propietario de una panadería, cuenta que comenzó su aventura por los cerros y el campo a principios de los años ’60, cuando tenía 18 años. “Primero andábamos con motos de calle, la montaña me fascinó toda la vida y tengo muchísimos amigos, puesteros, gente que vive en la zona, nunca me prohibieron el paso, porque siempre los traté como se merecen. Ya con 45 años nos animamos a participar en las carreras y corrí hasta hace unos años (2019), con casi 77 años, en pareja con Patricia González Bianchi, en el Transvelasco de La Rioja y el Desafío del Indio, en San Luis”.