Los mayores de 40 años se acordarán del recordado Omar “Mono” Vargas, quien supo brillar en San Martín y en Gimnasia, gracias a esa zurda mágica.
Pero los pibes más jóvenes seguramente comenzarán a jugar en la Play Station con Matías Vargas, incipiente figura de Vélez y que ahora fue convocado a la preselección Sub 20 para disputar el Mundial que se disputará en Corea a mediados de mayo de este año.
Si bien el documento dice que es salteño, Matías se reconoce mendocino “porque viví toda mi vida en San Martín hasta que me vine a Vélez”.
El hijo del “Mono” atendió a Más Deportes y contó cómo recibió la noticia de la convocatoria y las aspiraciones que tiene para este año.
“La verdad es que cuando te pasan la ropa de la selección es algo increíble, ahora sólo pienso en romperla para ganarme un lugar entre los 23 que van a Mundial”, comenzó diciendo el “Monito”.
-¿Cómo te enteraste de la convocatoria?
-De la convocatoria me enteré por el gerente de fútbol de Vélez y por las redes sociales. Cuando me enteré estaba con un amigo jugando a la play y cuando leí el mensaje me volví loco y terminando los dos cantando.
-¿Al toque le avisaste a tu familia?
-A mi familia le avisé en el grupo familiar de whatsapp, les puse miren la página de AFA y se emocionaron todos.
-Estás cumpliendo el sueño de varios chicos y el de tu papá también...
-Estoy cumpliendo los sueños de cualquier aficionado al fútbol y de los que no tuvieron la oportunidad. Esto es el sueño de cualquier chico del interior del país y del mundo, aunque sea para estar en esta preselección.
-Todos decimos que sos mendocino, pero el DNI dice otra cosa...
-Nací en Salta, cuando mi viejo jugaba en Gimnasia y Tiro, en el '97, después nos radicamos en Mendoza, en San Martín. Si bien el documento dice que soy salteño, yo me siento mendocino. Es más pedí que dijeran que soy mendocino y no salteño, ja.
-Te fuiste a Buenos Aires de chiquito...
-De chico no me gustaba mucho jugar a la pelota, prefería los autitos pero después me llevaron a la escuela de fútbol y ahí le tomé el gustito. Arranqué siendo un bruto que corría y después me perfeccioné. En ese tiempo vino un ojeador de Vélez y me seleccionó, viajé a Buenos Aires y me ficharon ahí nomás y con 13 años me fui a vivir a la pensión de Vélez.
-Un momento difícil para un pibe, ¿no?
-Para los chicos del interior es muy duro porque estás solo, yo ahora estoy viviendo en un departamento solo y estoy disfrutando de todo esto, pero hace un tiempo lo sufrí bastante.
-¿Y las expectativas con Vélez?
-Las mejores porque Omar De Felippe me tiene en cuenta y el año pasado terminé jugando bastante y hasta hice mi primer gol en Primera. Esta semana voy a estar entrenando con la selección y con el equipo porque el jueves jugamos con Estudiantes, pero a mí seguramente me tocará jugar en Reserva.
-¿Y con la Selección?
-Es una pelea dura, pero leal. Hay muchos jugadores de los que estuvieron en el plantel de Sudamericano que ahora no están porque son titulares en sus clubes y Úbeda los conoce y son números puestos como Lautaro Martínez o Ascacibar.
Yo no estuve en el plantel del Sudamericano porque tuve seguidilla de buenos partidos después que dieron la lista. Ahora hay que romperse el lomo para mostrarse y que el técnico me elija para estar entre los 23.