La biodiversidad es definida como la variedad de especies, genes y ecosistemas que existen en el planeta y las relaciones que establecen entre sí y con el medio que los rodea. Esta diversidad de vida es el resultado de millones de años de evolución. Aquí se incluye a la especie humana y sus culturas, que han emergido en estrecha relación con la naturaleza, por lo cual la biodiversidad incorpora dos dimensiones: la biológica y la cultural.
Cambios transformadores
En esta era, que se ha denominado Antropoceno, los últimos informes ambientales regionales y mundiales nos alertan acerca de la pérdida acelerada de la biodiversidad debido, principalmente, a los efectos producidos por las actividades humanas. Estos mismos informes destacan la necesidad de poner en marcha cambios transformadores para la conservación, restauración y uso racional de la biodiversidad. Estos cambios deberían ocurrir a tanto a nivel individual como colectivo, considerando las dimensiones conductuales, sociales, culturales, económicas, institucionales, técnicas y tecnológicas, teniendo en cuenta objetivos sociales y económicos en el contexto del desarrollo sostenible.
Estos cambios transformadores vienen de la mano de la educación, un indiscutible motor de cambio. Por ello, resulta crucial poner sobre la mesa nuevos conceptos y aproximaciones acerca los problemas ambientales (locales, regionales y globales), que abracen nuevas miradas respetuosas de la diversidad, de los saberes de los pueblos y de otras perspectivas de la naturaleza. En este marco, podemos pensar en superar visiones de la naturaleza como recurso y como servicio, para considerar, en su lugar, los conceptos de bienes naturales y de contribuciones de la naturaleza para las personas.
Un potente entramado de saberes
Los conocimientos científicos, los contenidos escolares y los saberes de docentes, alumnos y alumnas se ponen en diálogo, cada día, en el aula. En ese encuentro, el abordaje de temas vinculados a la biodiversidad y las contribuciones de la naturaleza permiten aprender sobre especies nativas, adaptaciones de los organismos a las tierras secas, especies con problemas de conservación, importancia de la biodiversidad, amenazas a la conservación de especies y ecosistemas, etc.
En el Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (IADIZA), dependiente del CONICET, la Universidad Nacional de Cuyo y el Gobierno de Mendoza, trabajamos para conocer más acerca de la biodiversidad y los problemas ambientales de las tierras secas. Desde hace 50 años realizamos investigaciones sobre especies nativas que eran poco conocidas (como la rata del salar, el lagarto cola de piche, etc.), las interacciones entre los organismos (herbivoría, dispersión de semillas, polinización, etc.), la degradación y restauración de las tierras secas, el patrimonio natural y cultural, las relaciones entre las personas y la naturaleza y los problemas ambientales vinculados a la biodiversidad (conflictos con especies silvestres, impacto de especies exóticas, etc.).
Los conocimientos científicos que se generan constituyen un buen insumo para la construcción de los contenidos escolares, ya que permiten trabajar con problemáticas de contextos locales. De esta manera, aportamos al reconocimiento y la revalorización de organismos y ambientes nativos, pensando más allá de los clásicos ejemplos de libros de texto y medios de comunicación.
Desde la Oficina de Comunicación de la Ciencia del IADIZA tenemos, como objetivo, poner al alcance de docentes, estudiantes y público en general los resultados de investigaciones que, en la mayoría de los casos, se comunican a través de revistas científicas especializadas, en un lenguaje técnico de difícil acceso. Para ello, utilizamos diversos recursos (visitas de escuelas al Jardín de la Biodiversidad y laboratorios, página web, redes sociales, audiovisuales, material educativo, etc.) que facilitan el intercambio y aprendizaje mutuo.
Claudia Campos es Profesora, Bióloga y Doctora en Ciencias Biológicas, investigadora de CONICET en el IADIZA. Coordina la Oficina de Comunicación de la Ciencia. Estudia las interacciones entre las especies que habitan las tierras secas de Mendoza y San Juan y las relaciones entre las personas y la biodiversidad en contextos de áreas naturales protegidas. Dirige tesis de grado y doctorales, proyectos de investigación sobre ecología y etnobiología, y proyectos de educación ambiental para la biodiversidad en escuelas urbanas y rurales. Trabaja con el equipo del Instituto de Ciencias Ambientales (ICA) del Área Vinculación de la Universidad Nacional de Cuyo, en su Programa de Educación y Comunicación Ambiental (PECA).