“Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago” parece ser la norma de muchos padres que intentan ponerle límites a sus hijos a la hora de utilizar el celular cuando ellos mismos no son el mejor ejemplo.
Así lo afirma un estudio de la empresa de ciberseguridad Kaspersky llamado ‘Raising the smartphone generation’ (que en castellano podría traducirse como ‘Criando a la generación del teléfono inteligente’). Allí, la principal conclusión fue que 61% de los padres impone unas normas de uso de dispositivos a sus hijos que ellos mismos no cumplen.
En el mismo porcentaje, muchos padres admiten encontrar dificultades para ser modelos de conducta a seguir para sus propios hijos, aunque sólo 54% intenta establecer hábitos digitales saludables para todos los miembros de la familia.
El estudio se basó en respuestas de una encuesta realizada a más de 11.000 padres de chicos de entre 7 y 12 años en casi 20 países, incluido Argentina.
El objetivo fue evaluar conductas en diferentes culturas y el sondeo incluyó a Reino Unido, Francia, Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Egipto, Malasia, México, Nigeria, Perú, Rusia, Arabia Saudita, Singapur, Sudáfrica, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos.
De tal palo...
Los padres son los modelos que los chicos imitan en su vida cotidiana pero pocos reflexionan sobre su comportamiento y sus hábitos digitales y el impacto que tienen en sus hijos.
Las ventajas de poseer un teléfono móvil son muchas y por esa razón una gran mayoría de padres permiten que sus hijos tengan uno. La opción de establecer una línea directa de comunicación con ellos cuando no están juntos es la razón principal, pero no la única. Educación, entretenimiento y conexión con amigos también son razones de peso.
Con esos pretextos, el sondeo revela que el 68% de los chicos reciben un celular antes de los 9 años de edad. O sea que desde temprana edad muchos chicos pasan parte de su día conectados a internet.
El análisis señala que a 53% de los padres les gustaría que sus hijos utilizaran los dispositivos durante menos de dos horas al día pero 82% reconoce que ellos mismos no pueden cumplirlo y pasan varias horas diarias en sus equipos móviles.
La investigación detalla que casi la mitad de los encuestados (48%) reconoce que pasa de tres a cinco horas al día conectado al smartphone y el 62% considera como “normal” esa cantidad de tiempo.
Para qué se usa el celular
El estudio de Kaspersky no sólo releva la frecuencia del uso de los teléfonos sino también las circunstancias. Así, 65% de los padres afirma que mira el celular mientras come pero sólo el 11% permite que sus hijos hagan lo mismo.
Un dato llamativo que se desprende de este hábito es que los niños cuyos progenitores utilizan el smartphone de forma regular durante las comidas pasan 39 minutos más al día con su propio dispositivo que aquellos que no siguen el ejemplo de sus padres en esas circunstancias.
Otra conducta que no se tolera en los chicos pero es muy común entre los adultos es estar mirando el celular mientras se mantiene una conversación. Un 72% de los padres encuestados afirma que mira aplicaciones de mensajería como WhatsApp o Telegram mientras charla con otros pero solo el 10% aceptaría que sus hijos menores siguieran su ejemplo.
El uso de redes sociales es otro punto fuerte de debate. Usarlas y compartir fotos es algo habitual y 37% de los padres encuestados considera normal postear imágenes del grupo familiar en apps como Instagram. Sin embargo, sólo 24% acepta que sus hijos hagan lo mismo y el resto considera que es inapropiado.
¿Cuál es la razón por la que se le da a los niños un teléfono móvil? La respuesta de los padres es llamativa. El 53% dice que se lo compró para que los chicos tengan videojuegos, 45% para hacer tareas escolares, 43% para mirar videos de YouTube, 39% para comunicarse con familiares y amigos, 33% porque se lo pidieron en la escuela y 25% para mirar películas. En menor medida, algunos padres reconocen razones que no todos quieren aceptar. Por ejemplo, sólo 13% admite que le dio un dispositivo móvil a su hijo para que use redes sociales y 9% afirma que lo hizo por presión social o porque todos los amigos del niño tienen uno.
¿Quién es responsable?
Aunque la respuesta más obvia podría ser que los padres son los responsables de educar a los chicos en su relación con los dispositivos electrónicos y la conexión a internet, no en todos los países piensan lo mismo.
El estudio reveló que, en conjunto, el 87% de los padres cree que es principalmente su responsabilidad regular el comportamiento digital de sus hijos. Sin embargo, muchos sienten que su trabajo debe ser compartido con otros. Más de una cuarta parte de todos los padres creen que esta responsabilidad también recae en las escuelas (28%) y en los propios niños (27%).
También hay países en que los padres atribuyen tanta responsabilidad a la escuela como a ellos mismos. Es el caso de Egipto (44%), Malasia (40%), Nigeria (47%), Arabia Saudita (47%) y los Emiratos Árabes Unidos (50%).
En Argentina se piensa lo mismo pero en un porcentaje muy bajo ya que solo 16% de los padres espera que la escuela imponga hábitos digitales saludables.
A pesar de las diferencias, hay puntos fuertes en común en todos los países y culturas. El 96% de los padres están imponiendo algún tipo de limitaciones a la forma en que sus hijos usan los dispositivos, 95% intenta reforzar los comportamientos digitales positivos en casa y 95% están tratando de practicar lo que predican cuando se trata de hábitos digitales.
El consejo para intentar solucionar el problema es el mismo que se daba antes cuando los chicos pasaban muchas horas frente al televisor o la computadora: enseñarles el uso responsable sin tener que recurrir a prohibiciones inútiles.
Malos ejemplos
Hace unos días en Los Andes se publicaba que, en lo que va del año, en Mendoza se realizaron más de 2 mil actas viales por el uso del celular durante el manejo. Concretamente hasta el 31 de octubre se labraron 2.849 actas viales por mirar el smartphone mientras se está al volante por las calles.
Esto demuestra que estudios como los de la empresa Kapersky, aunque realizado a nivel global, tienen su correlato local.
Oscar Homola, Director de Seguridad Vial de Mendoza, aseguró que manejar y mirar el celular “es una infracción que se comete mucho, mucho más de lo que se sanciona”. Incluso señaló que “es una de las faltas que más se comete hoy en día, si no es la que más se comete”. Sin embargo no es la más sancionada por la Policía ¿La razón? “Son faltas muy especiales, los ves que van con el celular manejando pero es difícil de constatar durante el procedimiento, es el gran impedimento”, detalló Hómola.
Los principales datos
- 96% de los padres pone límites a los hábitos digitales de los chicos
- 70% de los chicos y 82% de los padres pasan al menos 3 horas por día con un dispositivo
- 54% de los padres impone hábitos digitales saludables para su familia
- 48% de los padres cree que los dispositivos se utilizan principalmente como se esperaba
- 42% de los chicos usan dispositivos bajo la supervisión de sus padres
