Con la cada vez mayor digitalización, la sistematización de la información se ha vuelto un valor incalculable e ineludible. Es lo que está ocurriendo con el sistema educativo, que con la consolidación de un “backup” de datos de cada estudiante, su trayectoria y condiciones, cuenta con un invaluable recurso con el que apunta a lograr mejoras, fortalecer el acompañamiento y generar políticas.
Ha sido la apuesta fuerte de la gestión educativa del gobierno mendocino de los últimos años mientras que también se ha avanzado en ese sentido a nivel nacional.
Tan es así que Mendoza logró sistematizar la información de toda su matrícula, es decir de todos los niveles. La provincia es una de las dos jurisdicciones que tienen nominalizado al 100% de sus estudiantes, la otra es Santa Fe. De este modo se tienen identificados los datos, trayectoria, calidad de su desempeño, asistencia, necesidad de apoyo, entre otra información, de cada alumno.
A nivel nacional, 84% de la matrícula de los niveles inicial, primario y secundario de las 24 jurisdicciones del país está sistematizada. Se aglomeran en una plataforma web denominada “Base Nacional Homologada” (BNH) que recibe e integra la información del SInIDE, un sistema nacional de información escolar y de los sistemas nominales jurisdiccionales. Muestra de los avances en este sentido es que en 2021, la proporción era de 74%, tal cual refleja el informe “Argentina: Nominalización de datos educativos”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, elaborado por Samanta Bonelli. El documento releva avances en la nominalización de datos educativos en las jurisdicciones y desafíos pendientes en la consolidación de un sistema de información nominal con cobertura nacional.
Sin dudas, es un recurso que se vuelve crucial en el marco de la tendencia de los últimos años dentro del sistema y que apuntan a un acompañamiento más individualizado de los alumnos y, si se puede, más adaptado a sus condiciones para lograr mejores resultados.
Esto, según advierten los especialistas en el tema, redunda en mayor promoción - o menos permanencia o repitencia- menos abandono y mejores aprendizajes. Además, entre otras cosas, permite generar estrategias más adecuadas al entorno y políticas más acordes al contexto.
En Mendoza, los datos reunidos en su propio sistema, el GEM, han sido el sustento de las estrategias fuertes de la Dirección General de Escuelas (DGE) consolidadas en el Plan Estratégico de Alfabetización de Mendoza (PEAM) que comenzó a aplicarse este año y quedó plasmado en una ley para que rija como política de Estado.
Con la nueva gestión del gobierno local, el plan es sacarle más el jugo a esa valiosa información, tal cual se ha adelantado. Es que la intención es entrecruzarla con otra de las patas de la digitalización: las historias clínicas con las que cuenta el sistema de Salud.
“El sistema de salud tiene la historia clínica digital y nosotros tenemos el GEM, vamos a hacer que se relacionen”, destacó Tadeo García Zalazar, responsable del flamante megaministerio de Cultura, Educación, Infancias y DGE.
En ese sentido dijo que están trabajando en el marco de la digitalización del Estado para hacer una base de datos única y nominal de las chicas y chicos.
Seguimiento de trayectorias
Contar con un sistema de información nominal es fundamental para poder hacer un seguimiento de las trayectorias educativas desde los distintos niveles de gestión y para tomar decisiones basadas en evidencia, explica el informe.
El Observatorio realizó un relevamiento del que participaron 17 de las 24 jurisdicciones (Buenos Aires, CABA, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Luis, Santa Fe y Tierra del Fuego). Todas ellas cuentan con altos niveles de cobertura de datos nominales de sus estudiantes. El resto no respondió.
El nivel primario es el que presenta la proporción más alta de matrícula nominalizada (99% de los alumnos en las escuelas estatales y 96% las privadas), mientras que las cifras más bajas están en el nivel superior no universitario (76% de cobertura en las instituciones estatales y 37% en las privadas). Esos datos se generan en sistemas de información propios (en 15 de las 17 jurisdicciones), en el SInIDE Gestión Escolar provisto por Nación (en 2 provincias) o de ambas formas (en 3 provincias). No respondieron la encuesta Catamarca, Chubut, La Rioja, San Juan, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tucumán.
Desde el gobierno nacional se desarrolló una plataforma web denominada “Base Nacional Homologada” que recibe e integra la información del SInIDE y de los sistemas nominales jurisdiccionales. El Ministerio reporta que en esa base cuenta con datos del 84% de la matrícula de los niveles inicial, primario y secundario de las 24 jurisdicciones del país (en 2021, la cifra era 74%). Una estrategia por parte de la gestión del Ministerio de Educación nacional anterior fue desarrollar un sistema de gestión institucional (SInIDE Gestión Escolar) donde al momento 15 mil escuelas en 10 provincias cargan diariamente la información nominal de sus estudiantes (como asistencia o calificaciones).
Sin embargo, tiene una pata floja que habría que ajustar. El sistema GEM que usa Mendoza permite tener información accesible actualizada permanentemente pero el sistema nacional tiene limitaciones en ese sentido. La Base Nacional Homologada se nutre de información anual y no continua, los datos no están disponibles de manera dinámica, lo que dificulta el acompañamiento oportuno de las trayectorias educativas.
Pero también hay que decir que de acuerdo a lo relevado por el Observatorio, Mendoza llegó más tarde que otras jurisdicciones al sistema nacional, recién lo hizo este año. Sin embargo, con los datos nominalizados ya en su propio sistema, ha presentado información de 97% de su matrícula y solo 4 jurisdicciones superan esa proporción.
El trabajo muestra además que en el promedio nacional se cuenta con una mayor proporción de matrícula nominalizada en el sector estatal (inicial: 97%, primario 98%, secundario 96% y Superior No Universitario 67%) que en el privado (inicial 85%, primario 87%, secundario 86% y SNU 46%). Pero en Mendoza, la cobertura es total en ambas gestiones.
Entrecruzamiento de datos
El sistema Gestión Educativa Mendoza (GEM) puede definirse como una “estantería de datos” que resguarda el desempeño de los alumnos. Esta herramienta aporta indicadores de cada alumno, disponibles rápidamente para el sistema, los estudiantes y sus familias. Además, facilita el reconocimiento y acompañamiento de aquellos que tienen dificultades en su desempeño y aporta datos para generar nuevos instrumentos que mejoren las trayectorias y eviten el abandono.
El gobierno escolar tiene 1.570.000 personas registradas en la base del GEM entre alumnos, padres, docentes y personal del área. Específicamente, este ciclo lectivo, 545.415 alumnos tienen sus registros en esta plataforma.
Fue incorporado en 2018 en principio como recurso de gestión de los docentes.
Las últimas grandes apuestas apuntan a un objetivo que es uno de los grandes desafíos: anticipar el deterioro de las trayectorias, ofrecer acompañamiento y de este modo evitar la permanencia y el abandono.
Cuenta con información de las escuelas, las autoridades, la infraestructura tecnológica y edilicia (básica), el equipamiento, la conectividad, cursos y divisiones. Además permite saber qué vacantes tiene cada escuela a medida que avanza el proceso de inscripción, conocer el recorrido del alumno entre escuelas con los cambios en niveles entre inicial, primaria y secundaria y los datos de desempeño históricos de fluidez lectora de cada alumno a partir del censo incorporado hace unos años.
Allí se ha volcado el resultado de cada estudiante en el censo de fluidez lectora y desde estos datos fortalecer el desempleo de los chicos que lo requieren.
Además, el entrecruzamientos de datos es la nueva apuesta. Una de las estrategias que se sumaron estos años para conocer cuál es el nivel de desempeño de los alumnos es el Relevamiento Provincial de Aprendizajes (RPA) que usa como sustento los datos de este instrumento. Es un Operativo de Evaluación Jurisdiccional que se enmarca en el Plan Provincial de Información Educativa.
Este año la DGE se sumó a la nueva tendencia e incorporó al GEM la inteligencia artificial. Con esto, se creó un Sistema de Alerta Temprana (SAT), la nueva herramienta de apoyo a la política educativa. Está diseñada para anticipar la interrupción de las trayectorias escolares.
Opiniones
Referentes de estadística y evaluación de 9 provincias opinaron sobre los desafíos en el uso de la información educativa. Para aprovechar mejor los datos, señalan la necesidad de instalar desde el nivel político la importancia de la información y de su uso para la toma de decisiones, actualizar la normativa, fortalecer y descentralizar la carga de datos, mejorar las capacidades de uso y contar con información oportuna, entre otras condiciones prioritarias.
“Del informe se infiere que los sistemas nominales han avanzado de modo desacoplado. Inicialmente, hace veinte años, fueron desarrollos jurisdiccionales. Luego, hace diez años, cuando a nivel nacional se asume la injerencia en estos desarrollos, la heterogeneidad de posiciones y situaciones no permitió grandes avances, excepto los realizados en los últimos dos años para organizar y orientar estos procesos. El resultado refleja disparidades entre niveles de enseñanza, sectores de gestión y provincias, algunos de los desafíos para encarar hacia adelante”, señaló Nancy Montes, investigadora de FLACSO, especialista de la OEI y consultora de IIPE UNESCO.
En tanto, Juan Cruz Perusia, investigador principal de CIPPEC, opinó: “El informe muestra que en 2023 Argentina finalmente está logrando ponerse al nivel de otros países de América Latina en la producción de datos nominales de los estudiantes que se encuentran en los distintos niveles de la educación formal. Tres grandes desafíos emergen en lo inmediato y deberían incluirse en una hoja de ruta para los próximos años: 1. institucionalización de los procesos de producción de este tipo de información; 2. aumento de la eficiencia de los procesos de producción de datos; 3. desarrollo de estrategias para un mayor uso de la información nominal, como los sistemas de alerta temprana para prevenir el abandono escolar”.
Para Juan Suasnábar, docente, investigador y consultor en IIPE/UNESCO y BID, los datos son fundamentales. “En el contexto de un mundo digitalizado, la generación de datos nominales es una condición indispensable para el desarrollo de políticas educativas efectivas que aprovechen las capacidades tecnológicas de nuestros tiempos. Sin embargo, los datos no son un fin en sí mismo. El verdadero potencial de estos para identificar necesidades, anticipar problemas, proyectar soluciones y evaluar resultados radica en que formen parte de una política de Estado sostenida que establezca objetivos a corto y mediano plazo respecto de qué hacer con los datos. Es decir, que permita traducirlos en acciones concretas para mejorar la educación”, expresó.