La salud dental va más allá de las caries y las enfermedades de las encías. Afecta nuestra calidad de vida, nuestra autoestima, incluso puede tener implicaciones en nuestra salud, incluye aspectos como la respiración, bruxismo, la sequedad bucal, el pH de nuestra saliva, la calidad de sueño, postura corporal, trastornos de aprendizaje, ansiedad y nerviosismo.
Como educadores, tenemos un papel crucial en la promoción de la salud bucal entre nuestros estudiantes. Los problemas dentales pueden llevar a dificultades en la alimentación, el habla y otras funciones vitales que afectan nuestra vida diaria. Además, pueden ser la consecuencia de trastornos respiratorios y del incorrecto desarrollo del macizo craneofacial.
La educación juega un papel crucial en el cuidado de la salud dental de nuestros estudiantes y es necesario integrarla en nuestras prácticas. Una sonrisa saludable es una sonrisa feliz.
Factores que la perjudican
Existen varios factores que pueden afectar la salud dental, además de los trastornos respiratorios y disfunciones orofaciales:
- Higiene deficiente. La falta de una higiene bucal adecuada puede llevar a la acumulación de placa bacteriana en los dientes, lo que puede resultar en caries y enfermedades de las encías.
- Consumo de azúcar. El consumo frecuente de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar puede contribuir a la caries dental.
- Factores psicosociales. El estrés y la ansiedad pueden contribuir a condiciones como el bruxismo (rechinar de dientes), lo que puede causar desgaste dental.
- Enfermedades sistémicas relacionadas. Algunas enfermedades, como la diabetes, pueden afectar la salud dental al aumentar el riesgo de enfermedad periodontal.
- Acceso limitado a servicios de salud bucal. En muchos casos, el acceso limitado a servicios preventivos y de tratamiento para la salud bucal puede contribuir a una mayor prevalencia de enfermedades orales.
- Tabaco. Puede causar manchas en los dientes, mal aliento y un mayor riesgo de enfermedades de las encías y cáncer oral.
La importancia de la respiración
La respiración es una función vital que, a menudo, damos por sentado que la realizamos de forma correcta. Sin embargo, aprender a respirar conscientemente y con atención puede tener un impacto profundo en nuestra salud en general, y es en este contexto donde enfatizaremos en la exhalación lenta y prolongada que se presenta como una técnica beneficiosa que puede mejorar significativamente la salud respiratoria y nuestra calidad de vida. La exhalación lenta tiene varios beneficios para la salud, según diversas investigaciones:
- Mejora del metabolismo celular.
- Reducción del estrés y la ansiedad. Los científicos están descubriendo que una frecuencia particular de respiración, alrededor de seis exhalaciones por minuto, puede ser especialmente reconstituyente, desencadenando una “respuesta de relajación” en el cerebro y el cuerpo.
- Mejora la calidad del sueño.
- Mejora la atención y la concentración.
- Mejora la salud cardiovascular.
- Mejora la digestión.
La exhalación lenta y prolongada activa el sistema nervioso parasimpático, lo que reduce la respuesta al estrés y la ansiedad. Esto tiene un impacto positivo en las condiciones respiratorias relacionadas con el asma y la hiperventilación. Ayuda a vaciar completamente los pulmones, permitiendo una mejor inhalación y más amplia en la siguiente respiración, lo que aumenta la eficiencia de la respiración y ayuda a mejorar la claridad mental y la concentración, generando un beneficio para aquellos que buscan mejorar su rendimiento cognitivo. Ejercita los músculos utilizados en la respiración fortaleciéndolos, con el tiempo. Esto puede ser particularmente útil en personas con debilidad muscular respiratoria.
La práctica regular de la exhalación lenta y profunda antes de dormir puede ayudar a relajar el cuerpo y la mente, lo que conduce a un sueño más reparador. Un sueño de mayor calidad tiene numerosos beneficios para la salud en general.
Rol docente
Los docentes somos mucho más que simples transmisores de conocimientos. Somos guías, modelos a seguir y defensores de la salud y el bienestar de nuestros estudiantes. En este sentido, la promoción de la salud bucal se convierte en una parte integral de nuestra labor educativa.
Podemos inculcar la importancia de mantener una higiene bucal adecuada. Esto incluye el cepillado regular de los dientes, el uso del hilo dental y la elección de una dieta equilibrada. Estos hábitos, aprendidos desde temprana edad, sientan las bases para una salud bucal óptima a largo plazo.
También podemos aportar ideas para crear un entorno escolar que respalde la salud dental, lo que implica fomentar opciones de meriendas saludables y limitar el consumo de alimentos y bebidas azucarados.
Además, estamos en una posición única para detectar signos tempranos de posibles problemas dentales como maloclusiones, y podemos facilitar intervenciones rápidas y eficaces, evitando complicaciones futuras.
Hemos explorado la importancia de la salud bucal, que va más allá de las caries y las enfermedades de las encías y que incluye aspectos como la respiración, la sequedad bucal, el pH de nuestra saliva, el bruxismo, los trastornos del sueño, la postura corporal, los dolores de cabeza y los labios incompetentes, aspectos que están, todos, interrelacionados.
Me gustaría animar a todos los docentes a incorporar un simple ejercicio diario en sus aulas, como estimular a los alumnos a mantener la boca cerrada todo el tiempo y practicar respiraciones nasales conscientes. Este ejercicio, que consiste en realizar seis respiraciones nasales suaves y sin ruido por minuto, durante un minuto, puede tener un impacto significativo y mejorar la salud bucal de los estudiantes al promover la respiración nasal. Además, este ejercicio puede mejorar la concentración en el aula, ya que la respiración lenta y consciente se ha asociado con una mayor atención y concentración.
Como docentes, somos modelos a seguir. Nuestro entusiasmo por el cuidado dental inspira a los estudiantes a adoptar hábitos similares. Al hacerlo, contribuimos a su bienestar general y éxito académico. Como educadores, tenemos la oportunidad de marcar una diferencia en la vida de nuestros estudiantes al integrar lecciones sobre salud bucal en nuestras prácticas escolares y fomentar hábitos saludables. Recordemos siempre que una sonrisa saludable es una sonrisa feliz y que cada pequeña acción que tomamos hoy puede generar grandes cambios, mañana.
Gabriela Sastrón es Odontóloga Especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilar, docente de Grado y Posgrado en la Universidad Nacional de Cuyo y docente de Posgrado en la Universidad Maimónides.
