El más reconocido nadador olímpico de la historia, el estadounidense Michael Phelps, dio cátedra en El Rosedal del barrio porteño de Palermo ayer ante la presencia de destacadas figuras del quehacer deportivo nacional.
Una ropa de vestimenta y accesorios deportivos fue la encargada de traer al exitoso atleta norteamericano a Buenos Aires, en el marco de una gira internacional que comenzó en el continente asiático, continuará en Chile y se prolongará a México.
En un evento que duró 45 minutos en el Rosedal de Palermo, el multicampeón y hombre récord de las aguas olímpicas participó de una clase de entrenamiento funcional teniendo como partenaire a la ex jugadora de hockey, Luciana Aymar.
La ex capitana de las Leonas y mejor jugadora de hockey sobre césped de todos los tiempos fue otro centro de atención para el público, ya que anteriormente ambos habían compartido una visita a la Villa 31.
José Meolans, uno de los más grandes nadadores de la historia argentina, también estuvo y contó sus sensaciones. "Que venga Phelps es increíble. Realmente es el mejor de la historia y tiene la envergadura de una figura del deporte. Me parece súper positivo que haya venido, aunque si hubiera sido en el agua se hubiera aprovechado mucho más", se lamentó el cordobés.
La jornada fue dedicada eminentemente a exhibir a la gran estrella mundial de la natación, pero curiosamente esto no se compatibilizó con su comparencia en el lugar por el que justamente estuvo en Argentina: el agua.
Algunas de las frases del el Tiburón de Baltimore:
"Es mi primera vez en Argentina y por eso estoy entusiasmado. La próxima vez vendré con mi mujer y mi hijo Boomer en plan vacaciones".
"Siempre traté de ganar cada carrera en la que competí". "Odiaba más perder de lo que significaba el placer de ganar".
"Ese regreso en Río fue porque todavía tenía mucho por hacer. No hubo mejor forma para retirarme que esa. Quizá me hubiera gustado hacer un récord o ganar los 100 metros mariposa, pero soy feliz".
"Cuando nadaba era todo ya ya ya y no tenía margen para procesar lo que estaba viviendo. Ahora empiezo a entender un poco mejor lo que fue mi carrera. ¡Y veo que fue increíble!".?
"¿Si alguien podrá superar la marca de 23 oros olímpicos? Todo es posible. Cuando era chico no tenía miedo de soñar, de intentar. Ojalá que batan mis récords. Yo quería ser el primer Michael Phelps. Si hay un chico con una ambición similar, lo va a lograr".?
"Hoy me siento muy bien con las charlas sobre salud mental, con mi Fundación. Quiero que se hable más de esto, ayudar a la gente. Tuve depresión 4 o 5 veces, así que sé lo que es. Me toca en el fondo de mi corazón. Soy afortunado de levantarme todos los días y poder decir "amo lo que hago".