La FIFA no termina de voltear la página al capítulo más turbio de su historia, incluso al tratar de adjudicar otra Copa Mundial.
Cuando quedan menos de tres meses para decidir la sede del Mundial de 2026, la FIFA sigue evaluando las denuncias sobre maquinaciones en la votación hace siete años por los torneos de 2018 y 2022.
¿Podrá la pugna entre Norteamérica y Marruecos cerrarse sin escándalos como lo ha prometido la entidad rectora del fútbol?
La intriga arropa un proceso que podría provocar que la FIFA descalifique una candidatura antes del voto de junio si no cumple con los requisitos del primer Mundial tras el salto de 32 a 48 selecciones participantes.
Los estadios de Marruecos requieren de mejoras significativas para estar a la par de la infraestructura que se presume en Estados Unidos, México y Canadá, incluyendo 16 recintos de la NFL que cuenta con los palcos de lujo que exige la FIFA.
Pero si Marruecos no se ve afectada por el análisis de una comisión de la FIFA carente de independencia real, el voto podría ser más reñido de lo anticipado debido a los nuevos procedimientos que buscan romper con el secretismo del pasado.
No solo es que la decisión sea abierta para cada país, en vez del dictamen del comité ejecutivo que seleccionó las sedes mundialistas entre 1986-2022, sino que cada voto tendrá que ser publicado. Eso expone a los dirigentes a una posible intimidación.
Las directrices de la votación serán definidas por el Consejo de la FIFA el viernes, al mismo tiempo que se presentarán los folios con las propuestas.
Toda la información sobre contratos, estimados financieros y estadios será presentada por funcionarios, en lugar de estrellas del fútbol, lo que refleja una campaña que se aleja del teatro visto previo a las votaciones de 2010 que ganaron Rusia y Catar.
LA CAMPAÑA
La candidatura que encabeza Estados Unidos, con Canadá y México como socios minoritarios, confiaba recibir la sede de forma expedita.
Pero el Consejo de la FIFA decidió en mayo pasado darle a Marruecos una oportunidad para prevenir una coronación.
Mientras los estadounidenses empezaron su campaña oficial en abril, los marroquíes lanzaron la suya recién en enero.
Marruecos se maneja con secretismo: su departamento de comunicaciones internacional declinó enviar a The Associated Press un ejemplar de la guía que se distribuye internamente.
El mismo carece de detalles específicos sobre las obras de construcción y erra al indicar que 17 personas resultaron heridas, en vez de muertas, en un atentado con bomba en Marrakesh en una sección que trata de ofrecer garantías sobre seguridad.
Estados Unidos albergó el Mundial de 1994, pero perdió al postularse para 2022. Marruecos, en cambio, ha perdido cinco veces.
Los marroquíes se irritan cuando se les mencionan las denuncias de sobornos en la campaña por la sede del Mundial 2010 y que forma parte de un proceso judicial en Estados Unidos.
Marruecos confía que las investigaciones en Estados Unidos sobre la FIFA tengan el efecto de alejar votos a un país determinados en sacar a la luz la corrupción en el fútbol. Declaraciones inflamatorias del presidente estadounidense Donald Trump podrían favorecer a Marruecos.
La FIFA fue blanco de críticas de la ciudad donde la Federación Estadounidense tiene su sede. Chicago se retiró como subsede de la candidatura al plantear que los requisitos fiscales y legales constituyen un riesgo para la ciudad.
LAS PROPUESTAS
Las candidaturas presentan propuestas distintas.
La de Marruecos reviste mayores desafíos logísticos para la FIFA, luego de un complejo torneo en Catar en 2022.
Deberán hacer mucho para ampliar y modernizar sus estadios. El más grande, en Casablanca, tiene una capacidad de 67.000, mientras que la FIFA quiere uno con las menos 80.000 butacas para el partido inaugural y la final. Solo otros cinco estadios tienen capacidad que supera las 40.000.
Norteamérica es la opción fácil. Estados Unidos puede albergar 60 partidos en estadios que solo requieren de trabajos sencillos, y presume de tres estadios con más de 87.000 butacas.
Canadá y México, con el estadio Azteca (capacidad para 87.523) serán sedes de 10 partidos hasta los octavos de final.
Norteamérica confía que los votantes se encandilarán por su propuesta financiera. Es la más favorable de la FIFA, que busca ganancias tras el impacto de los casos de corrupción, y también puede repartir más fondos a las naciones miembros.
La FIFA podría recibir 300 millones más de parte de los medios audiovisuales de Norteamérica si el Mundial 2016 se juega en la región bajo los términos de los contratos que se negociaron para evitar recursos legales tras el cambio de las fechas del torneo de 2022 en Catar, en noviembre, cuando coincidirá con las temporadas de la NFL y el fútbol americano universitario.
LO QUE GANA LA FIFA
Como director comercial de la FIFA, Philippe Le Floc'h es responsable de llenar las arcas. Eso consiste en exprimir a patrocinadores y los contratos de televisación.
Con 48 equipos y 80 partidos en la programación por primera vez, Le Floc'h destacó "el tamaño y magnitud" de lo que ofrece Norteamérica.
"Tendrá atracción comercial", dijo Le Floc'h. "Tienen infraestructura. Cuentan con estadios colosales porque se usan para el fútbol americano. Así que desde el punto de hospitalidad, podría tener más ingresos".
En procura de ser imparcial, Le Floc'h resaltó que Marruecos está en un "huso horario perfecto para (las audiencias de televisión de) Europa y Asia".
EL ANÁLISIS
En 2010, el ahora desacreditado comité ejecutivo de la FIFA básicamente hizo caso omiso de los reportes técnicos elaborados por la propia FIFA y que identificaron a Rusia y Catar como las candidatos de mayor riesgo entre las nueve candidatas.
Ahora, un grupo de cinco individuos, con mayoría europea, se encarga de las inspecciones y luego emite las evaluaciones.
Esas calificaciones podrían ejercer una importancia clave en la pugna.
Como el panel incluye a subsecretarios generales de la FIFA, el croata Zvonimir Boban y el suizo Marco Villiger, podría ser blanco de críticas si una candidatura es descalificada. El Consejo de la FIFA debe aprobar el veredicto del grupo antes de la votación del Congreso.
LA EVALUACIÓN
La infraestructura -la mitad corresponde a los estadios- cubre el 70 por ciento del registro del panel. El restante 30 por ciento se base en las proyecciones de costo e ingresos.
Toda candidatura debe registrar al menos un 2 en una escala del 0 al 5 en los aspectos individuales de estadios y las facilidades para los equipos y árbitros, además de hotelería y transporte. No alcanzar el 2 significa que una candidatura "debe ser evaluada como de 'alto riesgo' y representar un fracaso material", indica la documentación de la FIFA sobre el proceso.
LA VOTACIÓN
Hasta 207 de las 211 federaciones miembro votarán el 13 de junio en Moscú, con los cuatro aspirantes excluidos.
Al querer transparencia, la promesa de la FIFA de revelar el respaldo de cada miembro podría afectar la votación. El voto secreto en las elecciones presidenciales permite a los miembros votar con más libertad y desafiar las órdenes de líderes regionales.