Decidí viajar al vecino país de Uruguay. La idea era hacer el trayecto en ferry surcando el Río de la Plata hasta Colonia. Saqué pasaje y partimos desde la Dársena Sur del Puerto de Buenos Aires. Nada más salir cruzamos frente al Puente Avellaneda en la desembocadura del Riachuelo que marca el límite entre Capital y Provincia. A los pocos minutos ya navegábamos en las aguas abiertas del río más ancho del mundo. La embarcación era la Seacat Atlantic II para 573 pasajeros con Duty Free y restaurante.
Desde su terraza divisé los altos edificios de Puerto Madero que se iban perdiendo en el horizonte. En 45 minutos arribamos a Colonia del Sacramento. Después del trámite inmigratorio subí a un colectivo que recorrió en tres horas los 177 kilómetros hasta Montevideo.
Me alojé en el hotel Ateneo sobre la calle Colonia en pleno centro de esta urbe con 1 400 000 habitantes. Plano en mano, salí a conocer la capital uruguaya. La calle principal y eje comercial es la Avenida 18 de Julio llamada así en recuerdo de ese día de 1830 cuando juraron su Constitución. Comienza en Plaza Independencia y termina en el Parque Battle donde se encuentra uno de sus símbolos arquitectónicos: el Estadio Centenario sede del primer Mundial FIFA en 1930. Los montevideanos son tranquilos y amables. Pese a su tamaño considerable no hay ritmo de gran ciudad y la gente camina con el mate y el termo bajo el brazo. Mi hotel estaba a una cuadra de Plaza Cagancha en cuyo centro de ubica el monumento Columna de la Paz que marca el Kilómetro Cero de las rutas nacionales uruguayas. Justo enfrente se encuentra el elegante edificio de la Suprema Corte de Justicia. La Plaza Independencia es un espacio verde que separa la ciudad nueva de la vieja. Allí se erige la Puerta de la Ciudad que es un arco de piedra donde comienza la peatonal en la antigua Montevideo. En medio de la plaza se erige un monumento al héroe nacional José Gervasio Artigas (1764-1850).
Desde allí levanté la vista y por unos instantes creí estar en Buenos Aires cuando vi el Palacio Salvo de 1928 que es un edificio gemelo del Palacio Barolo que tenemos en Avenida de Mayo al 1300. Se aprovecharon los cien metros de altura del edificio para que sirviera como faro a quienes navegaban por el río. En la cúpula colocaron potentes luces que se veían a la distancia. Al otro día fui a la Costanera donde hay amplias playas muy populares en verano cuando aprieta el calor. Los edificios costeros tienen una envidiable vista del río. Las ramblas van cambiando de nombre: Sur, Francia, Gran Bretaña, República Argentina, Perú y Gandhi. Llegué hasta el puerto donde hay tiendas de artesanías y restaurantes con una variada oferta para degustar carnes y peces de río.
Es un puerto natural, no dragado, y de gran importancia para el Mercosur. Fue declarado puerto libre y por lo tanto no posee restricciones aduaneras. En las afueras se encuentra la residencial zona de Carrasco donde está el aeropuerto internacional.
Datos
Ferry Buenos Aires a Colonia (ida y vuelta): 120 dólares
Bus de Colonia a Montevideo: 9 dólares
Hotel Ateneo: 30 dólares
Estadio Centenario y Museo del Fútbol: 3,5 dólares (lunes a viernes de 10 a 17 hs.)
Palacio Salvo visita guiada: 7 dólares (martes, jueves y sábados 16 hs.)
Mercado del Puerto: paseo gastronómico junto al río con precios varios
Museo Andes 1972: 8 dólares (cerrado los domingos)