Franco Caimi quedó fuera de competencia durante la séptima especial, de la etapa de ayer. El piloto mendocino estuvo detenido en el CP2 y tras la demora la organización no tuvo otra que anunciar que el argentino no continuaría por problemas mecánicos.
Le quedó lejos Uyuni, y la tristeza fue enorme. En el 2017 finalizó octavo y fue el mejor debutante, por eso es que Caimi, a bordo de la Yamaha WR450F, mantuvo alta la ilusión en esta edición 40 del Rally Dakar.Hasta que ayer, entre las ciudades bolivianas de La Paz y Uyuni, alrededor del kilómetro 170 comenzó a tener problemas.
Amargado y con impotencia, el piloto expresó a otros medios que "Fue un año duro de trabajo que nos deja con las manos vacías muy pronto. Me metí a un charco que estaba con mucho barro y la moto se enterró casi hasta el asiento. Hice mucha fuerza para sacarla y por esa razón se recalentó el embrague. Cambié los discos, logré llegar al reabastecimiento, pero no pude continuar porque la moto no funcionó".
De todas maneras, Caimi apuesta al 2019: "Es un momento difícil porque hasta hace un par de días venía haciendo una carrera casi perfecta. Pero estoy seguro que voy a revertir esta situación, esto recién comienza para mi, todavía soy nuevo en esta especialidad y sin dudas que voy a tener revancha el año que viene ", finalizó.
El mendocino estuvo en el puesto 35 hasta la sexta especial, a 2h57m de la punta.