Una interiorista española reformó este minipiso para que las distintas habitaciones compartieran espacio y así hacer posible una vida cómoda y funcional.
La base de la que partió no prometía mucho: un departamento que había permanecido abandonado durante años, de dimensiones reducidas, con unas separaciones extrañas y una distribución poco útil que terminaba de rematarse con un mini balcón (totalmente innecesario) con vistas a un callejón. Nada agradable.
La interiorista y experta en home staging decidió hacer (literalmente) tabula rasa y dejar desnudo el piso. Hoy los únicos tabiques presentes son los del cuarto de baño y uno en la entrada, que creó un pasillo para instalar la cocina y dio más intimidad al dormitorio.
El balcón se cerró, aprovechando el espacio, y el armario empotrado existente se eliminó para reposicionarlo en el nuevo dormitorio. Además, se renovaron todas las instalaciones, bastante obsoletas y estropeadas. La decoración se ajustó a un presupuesto tan limitado como el espacio.
Estos son los motivos por los que querrás conocerlo
- Al entrar, nos recibe un cartel de letras de madera con el mensaje Welcome.
- Aprovecha muy bien el pasillo.
- La interiorista derribó todos los muros y levantó un tabique que creó un pasillo en el que instaló la cocina.
- Un carrito con un colgador de tazas componen el puesto de café perfecto.
- Desde la entrada podemos ver el comedor.
- Azulejos creativos.
- El frente de azulejos aporta la nota de color en la cocina.
- Vista del comedor, en blanco y negro con lámpara de madera.
- La paleta cromática se restringió al blanco, el negro y el gris y se aportó color con los complementos.
- Aunque las estancias comparten un mismo espacio, la disposición de los muebles ha logrado diferenciarlas.
- Piezas radiantes.
- Los espejos circulares aportan carácter.
- Vista de la vivienda.
- Continuidad visual
- Sereno y con pinceladas de colores vivos.
- Los suelos de madera aportan calidez.
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Fuente Mi Casa.