Las islas de cocina son un elemento funcional y también muy estético. Y, sobre todo, es una tendencia emergente que parece que ha venido para quedarse. En principio la opción de colocar una isla parece una solución de distribución solo apto para cocinas grandes, pero también puede plantearse como una opción para casas pequeñas.
Hemos recuperado 5 cocinas con isla que llaman la atención, cada una de un estilo muy diferente. Porque si estás planteandote reformar esta habitación, tendrás que elegir cuál es tu isla preferida.
DE LUJO
Este espacio se funde con el resto de la casa, utilizando materiales nobles para la cocina, especialmente la isla, que se convierte en un elemento casi escultural. El diseño de la cocina es un ejercicio de contención donde todo está estudiado al milímetro: las puertas con molduras esconden los armarios y electrodomésticos, tras el rodapié hay cajones.
BLANCO TOTAL
BIJL Architecture es el estudio de arquitectura responsable de dar una nueva vida a una vivienda de los años 50 en la que se ubica esta cocina abierta al exterior a través del ventanal y con una isla de cocina. Aquí, aunque parece que se decora el blanco total, el frente inferior se termina en madera, la misma de los módulos superiores de la pared.
AIRES JAPANDI
La cocina está abierta al salón y tiene una zona de comedor con barra. “Se diseñó así un piso diáfano sin barreras ni obstáculos tal y como Yuna había soñado”, afirman los arquitectos del estudio GDR, artífices de esta casa en Barcelona.
COMBINACIÓN POR EXCELENCIA: BLACK&WHITE
En un apartamento de guiños rococó, decorado por Alena Makagon, la isla se concierte en el elemento de transición entre los espacios al otro lado del cerramiento acristalado. En blanco y negro, de líneas sencillas, prolonga la encimera en un lateral para crear una barra de desayunos.
ELEGANTE TRADICIÓN
Los azulejos personalizan una cocina a la antigua y, al tiempo, tan actualizada. El mármol acompaña en sofisticación a la lámpara de araña que pende sobre la isla, una gran superficie de trabajo. Junto a la campana, las lámparas PH, de Poul Henningesen para Louis Poulsen, ponen la nota de color en un conjunto pintado en blanco y negro.