Lego, el gigante de la juguetería, también se ha comprometido con el medio ambiente. Con el propósito de reducir su porcentaje de residuos plásticos, la empresa ha lanzado una selección de piezas con formas vegetales fabricadas con material bioplástico.
Producido a partir del etanol de la caña de azúcar, este plástico flexible, suave y duradero se emplea para la fabricación de piezas con forma de plantas y árboles, y promete convertirse rápidamente en la materia prima de la empresa, para que todas estén hechas de este material para 2030.
Otros gigantes corporativos se han comprometido también con la reducción de plástico en sus envases. Las empresas, anunciadas en el Foro Económico Mundial de este año en Davos, serán apoyadas por la Fundación Ellen MacArthur, que se esfuerza por acelerar la transición de los sistemas de producción hacia estándar de la economía circular.