Por Arq. María Florencia Oña La Micela. Contactala aquí.
El pasado 23 de mayo el arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha falleció a los 92 años. Obtuvo el premio Pritzker en el 2006, es conocido por la austeridad de sus edificios brutalistas y la expresión desnuda del hormigón armado. Perteneció a la escuela paulista, fue discípulo de Vilanova Artigas.
Defendía la relación de la arquitectura con la gente, como el marco para la vida. La fuerza y austeridad del hormigón y la necesidad de incorporar vegetación en sus estructuras, son parte de los elementos característicos de su obra.
La casa en Butanta (1964)
La casa tiene una vivienda gemela para su hermana. Las viviendas están construidas en hormigón, situándose una junto a otra sobre la pendiente de una colina pequeña.
Se trata de una estructura modular, formada por cuatro pilares retraídos sobre los que se eleva la estructura principal compuesta por una losa y dos vigas transversales que se extienden en voladizo. Este volumen suspendido define un espacio de sombra, es interrumpido por un cilindro para el servicio y la escalera de acceso.
Los ambientes interiores no se colocan el perímetro del volumen, se disponen en el espacio central y se iluminan cenitalmente. De esta forma, las franjas perimetrales quedan libres para colocar los espacios comunes hacia la calle o exterior.
La Tienda Forma (1994)
Se observa como un prisma abstracto. El local refleja el espíritu de Forma. Un espacio de venta de las mejores piezas diseñadas por marcas internacionales, las cuales necesitan tener visibilidad para los peatones y para los vehículos.
La tienda se eleva poco más de dos metros sobre el nivel de la calle, liberando el solado del terreno. Dos vigas pretensadas con treinta metros de longitud liberan la superficie en el nivel del suelo para generar espacios de estacionamiento.
En los extremos se ubican cuatro elementos de sostén. Dispuestos por pares. Alojan escaleras y espacios de servicio. Con esta disposición el volumen completo es un gran espacio vacío para la exhibición de muebles y venta.
Sobre la estructura de los extremos descansa una estructura metálica sin pilares intermedios. El espesor de los elementos del edificio se reduce al mínimo, con el objeto de percibir el edificio desde el exterior como una línea, enfatizando la idea de un volumen que esta flotando en el aire.
El Museo de las esculturas (1995)
Ocupa un área de siete mil metros cuadrados ubicado en una zona residencial de San Pablo.
Se localiza en un área triangular formada por la confluencia de las avenidas principales del barrio Europa.
Este edificio es un gran espacio abierto y se concibe como un jardín, localizándose el área destinada a la exhibición debajo del nivel natural de terreno.
Recorrer su obra es una verdadera experiencia, reflexiva y contundente. La contundencia de sus volúmenes austeros y simples. La arquitectura que pertenece solo a un sitio particular, la materialidad sin adjetivos. La atemporalidad de su obra nos acompañará con vigencia en el momento presente.
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