Por Arq. María Florencia Oña La Micela. Contactala aquí.
Situarse sobre un punto elevado en el paisaje natural o en la cima de una montaña puede ser una experiencia de vida. Esta experiencia puede darse a través de un elemento arquitectónico, como un mirador. Una estructura que ha sido diseñada para proveer de las mejores vistas posibles a los espectadores sin la necesidad de ponerse en riesgo y facilitando el acceso. Es un elemento poético de recorrido y posee un punto culmine donde puede abrirse a las vistas más imponentes de su entorno.
En el 2020 Aedes Architecture Fórum en Berlín exhibió a Snohetta / Artic Nordic Alpine – En dialogo con el paisaje, se presentaron obras en paisajes remotos con proyectos de gran y pequeña escala. Se pusieron en valor sus efectos espaciales en el paisaje y se consideraron no solo sus condiciones con la topografía o aproximaciones ecológicas, sino que también los aspectos culturales, sociales y económicos.
Uno de los proyectos exhibido fue el pabellón mirador en la montaña Tverrfjellet en Hjerkinn. Diseñado por Snohetta, se inauguró en el 2011 y fue encargado por el Norwegian Wild Reindeer Centre North.
El pabellón es una caja metálica de noventa metros cuadrados, con una larga cara vidriada orientada hacia el norte, y una forma orgánica y ondulante de madera orientada hacia el sur.
El edificio está abierto y es accesible durante el verano. Por medio de un recorrido los visitantes pueden acceder a este sitio espectacular ubicado a mil doscientos metros sobre el nivel del mar.
El diseño está inspirado en el paisaje natural y mítico. Está compuesto por una estructura rígida hacia el exterior y una capa orgánica en el interior.
En Rauma, Noruega, los arquitectos Reiulf Ramstad proponen un proyecto para vivir la experiencia de la naturaleza. Con la incorporación de características y materiales cuidadosamente utilizados en un sitio donde se respeta su carácter, con instalaciones funcionales que ayudan a la experiencia del visitante.
La arquitectura se caracteriza por una transición clara y precisa entre las áreas planificadas y el paisaje natural.
A través de la idea del agua como un elemento dinámico en su ciclo, el proyecto crea una serie de relaciones que describen y magnifican la espacialidad única del sitio.
Los arquitectos de NOA diseñan una estructura realizada en acero corten dando un aire moderno, el cual se mezcla con el paisaje natural. La obra se encuentra en la cima del Glaciar de Schnals Valley, con una vista imponente del paisaje alpino italiano.
El diseño incorpora una cruz preexistente y la plataforma solo toca el suelo donde es necesario. El proyecto crea una estructura separada, casi flotante, la cual permite convertirse uno con las montañas y respirar el aire libremente.
La plataforma copia la topografía natural con una platea realizada en estructura metálica sobre vigas. Rodeada por lamas de acero corten. Estos elementos verticales siguen curvas amables y con una secuencia que crea un efecto mágico.
Vistas abiertas y cerradas que permiten el recorrido del visitante. Como una invitación a descubrir nuevas perspectivas. Esta dinámica crea una experiencia sensorial donde el tiempo se detiene por un momento.
Esta arquitectura necesita resaltar el carácter único de cada sitio y dar a los usuarios un valor extra en relación a lo vivido. Los elementos arquitectónicos sostienen la experiencia de la naturaleza, entregándolo al contexto e interactuando con él, sin competir con el imponente paisaje donde se encuentran, pero sí magnificándolo.
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