Que nos encantan los picoteos crujientes no es ningún secreto ni nada que nos haga especiales; los alimentos salados que crujen le gustan a nuestro cerebro y puede ser difícil resistirse a ellos. Sin abusar, las versiones caseras siempre son más recomendables, como estos nachos de maíz y semillas que resultan ideales para mojar todo tipo de dips y cremas untables.
Ingredientes para 6 personas
- Harina de maíz (amarilla, no precocida ni maizena) 200 g
- Semillas de chía (aproximadamente, u otra variedad) 40 g
- Semillas de amapola (aproximadamente, u otra variedad) 40 g
- Sal (1/2 cucharadita o al gusto) 2 g
- Cúrcuma molida (1/2 cucharadita, opcional)
- Aceite de oliva virgen extra 80 g
- Agua (aproximadamente) 160 ml
Paso a paso
- Precalentar el horno a 220ºC sin ventilador, con calor arriba y abajo. Opcionalmente, triturar groseramente o machacar a mortero las semillas, sin pulverizarlas del todo. En caso de usar chía y amapola, dejarlas tal cual, pues son diminutas. Se puede usar otra mezcla o añadir más hasta los 100 g.
- Mezclar las semillas con la harina de maíz, la sal, la cúrcuma y el aceite. Añadir el agua poco a poco, mezclando a la vez, hasta que la masa absorba todo y se obtenga una consistencia húmeda pero no pegajosa, que se pueda manipular y estirar sin romperse. Si se pega un poco, se puede añadir algo más de harina (poca) o dejar en la nevera 30 minutos.
- Dividir en tres partes, reservando dos tapadas, y estirar una entre dos hojas de papel de hornear, dejando un grosor de 2 mm. Pasar tal cual a una bandeja, sin la hoja superior, o marcar cortes con un cortapastas o cuchillo. Bajar la temperatura a 200ºC y hornear unos 12-15 minutos, hasta que se dore y esté seca al tacto.
- Dejar enfriar mientras se repite la operación con otra de la masas, y continuar hasta terminar con las tres. Una vez frías, cortar con las manos en porciones y guardar en un recipiente hermético.
A pesar de que esta especie de galletas saladas son un snack que entra muy bien solo como picoteo, lo suyo es acompañar los nachos con salsas y cremas untables o para mojar. La palta o una crema de ques son infalibles, así como cualquier variante de hummus o cremas especiadas de hortalizas.