De acuerdo, el kétchup no es precisamente la salsa más saludable o refinada. Pero tampoco podemos negar que es de los condimentos más populares y agradecidos, que conquista a grandes y pequeños en todas las culturas. Nada iguala a un pollo en salsa tradicional, pero esta receta con kétchup se merece un hueco en los recetarios familiares para esos días en los que solo necesitamos llevar un buen plato de comida a la mesa.
Ingredientes
Para 4 personas
- Pollo deshuesado y sin piel (contramuslos, muslos y/o pechuga, aproximadamente)700 g
- Harina de trigo 70 g
- Aceite de oliva virgen extra 50 ml
- Diente de ajo 2
- Cayena o guindilla (opcional )1
- Kétchup de calidad decente 250 ml
- Pimienta negra molida
- Sal
Paso a paso
- Cortar el pollo en piezas de un bocado no demasiado pequeñas, combinando diferentes partes del ave para dar más juego de sabor y textura, retirando los excesos de grasa o restos de hueso y piel. Enharinar, salpimentar y sacudir para quitar la harina sobrante.
- Calentar a fuego medio-fuerte una buena sartén o plancha antiadherente o de hierro fundido, echar la mitad del aceite y dejar que tome buena temperatura. Dorar el pollo por ambas caras dejando que se agarre un poco y se tueste sin quemarse; trabajar en tandas si no entra todo en una capa de una vez. Retirar y reservar.
- Apagar el fuego y dejar que se enfríe la sartén. Laminar los ajos y desmenuzar la cayena o picar una guindilla, opcional. Calentar el resto del aceite a temperatura media-baja y saltear estos ingredientes dos minutos.
- Añadir el kétchup, remover rascando el fondo, llevar a ebullición, bajar el fuego y dejar que reduzca unos 8-10 minutos. Reincorporar el pollo, mezclar y cocinar el conjunto unos pocos minutos más. Probar la salsa y rectificar de sal si fuera necesario.