El traslado de una empresa de tecnología que, anteriormente, se distribuía en diferentes pisos y, luego, paso a ocupar un espacio en el que compartir un mismo nivel de trabajo; representó un gran desafió para los equipos de trabajo.
El proyecto de convertir un galpón de más de 1000m2 en un complejo de oficinas tuvo como premisa fundamental plantearlo como un espacio funcional y estético en el que todos pudieran sentirse cómodos trabajando, ya sea de manera individual o en equipos.
El desarrollo de la planta se diseñó en función a la nueva horizontalidad que la empresa. Se propuso como filosofía de trabajo, la cual también se ajustaba perfectamente al nuevo edificio.
Es un gran espacio abierto con islas de trabajo. Estas tienen sus ejes centrales en livings comunes lo que colabora en fortalecer la conexión y sociabilidad entre los distintos colaboradores.
Una tarima se levanta para cumplir múltiples funciones: Desde compartir un momento social con clientes o compañeros, hasta desarrollar eventos y workshops.
El detalle sobre el gran muro de hormigón parte de la idea de romper con lo gris y frío del material. La forma circular es por el ícono de la marca.
Llegando al final del edificio se encuentra la cocina y el comedor, dando paso a una de las salidas hacia el jardín. Está marcado por una barra y mesones donde se comparten momentos. Una de las paredes está intervenida con murales que la propia arquitecta dibujó para el espacio, dándole calidez y gestualidad.
Hacia uno de los extremos se encuentran las salas privadas, los dos privados principales y una amplia sala de reuniones. Están separados del espacio central por estructuras metálicas vidriadas que permiten la permeabilidad visual. En la parte superior, paneles acústicos permiten mantener la privacidad sin quedar aislado del resto del espacio.
El entrepiso es un espacio destinado al esparcimiento y capacitación. Una sala de juegos insonorizada y una gran sala de capacitación y reuniones.
Su equipamiento está pensado en cuatro grandes mesones que pueden trasladarse según la necesidad del momento.
La elección de materiales como la madera y colores cálidos que rompieran con los materiales fríos que envuelven el edificio: fue la idea principal para generar un espacio realmente acogedor y cómodo.
El tapizado del mobiliario fue pensado en tonos grises y detalles en colores que rompieran con un monocromo.
Los livings, puntos centrales desde donde se generan las islas de trabajo, representan los espacios de contacto entre las personas que experimentan esta nueva forma de desarrollar la tarea laboral.
Detalle de diagrama de la iluminación del lugar. Bandejas para la luz general con algunos artefactos escultóricos. Toda la iluminación es LED.
Ficha Técnica
Año: 2019
Lugar: Wakapi, Godoy Cruz- Mendoza
Proyecto Gral: Arq. Paloma Villalonga
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