El arquitecto japonés Terunobu Fujimori ha instalado una casa de té, sobre los troncos de un árbol, en el Museo Insel Hombroich, en Alemania. El proyecto está inspirado en el budismo zen, creando un lugar de encuentro ceremonial para que los fanáticos de la arquitectura respetuosa con el medio ambiente tomen el té, construido a base de materiales naturales y cuidando el equilibrio con el paisaje circundante.
La casa de tres metros de altura está fabricada en madera de robinia tratada con un proceso de carbonización que lo protege de la intemperie y se sitúa sobre pilotes, en un camino sinuoso entre las copas de los pinos. Para acceder a ella hay que subir 19 escalones por una estrecha escalera de metal.
En cuanto a los interiores, las paredes están revestidas de roble y un efecto trampantojo, hace que el techo parezca curvarse hacia adentro. Tradicionalmente, las casas de té japonesas están dispuestas con tapetes de tatami, pero aquí los visitantes se sientan en bancos con formas orgánicas.
La casa de té Ein Stein puede verse en la Fundación de Insel Hombroich, situada en la antigua estación de cohetes Hombroich, la primera base de misiles de la OTAN permanente de Europa que fue adaptada en 1994 por el coleccionista Karl-Heinrich Müller como proyecto para apoyar el arte.
Heinrich Müller tenía un interés especial en la ceremonia del té, así como en objetos y obras de arte del contexto de esta tradición centenaria. La colección de la Fundación incluye numerosos tazones de té y otros vasos que se utilizaron en ceremonias, además, exhibe una selección no mostrada previamente.
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