A pie de playa en el noroeste de Francia, los líderes occidentales conmemoran el jueves el octogésimo aniversario del Desembarco de Normandía, que allanó el camino para liberar Europa de la ocupación nazi.
El presidente francés, Emmanuel Macron, invitó a los líderes de las potencias otrora aliadas: su par estadounidense, Joe Biden, el rey británico, Carlos III, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, cuyas tropas desembarcaron el 6 de junio de 1944.
El presidente francés también invitó a unos 200 veteranos, los últimos supervivientes de las decenas de miles de soldados que arriesgaron sus vidas en las arenosas playas y acantilados de Normandía, a menudo lejos de sus hogares, bajo el intenso contrafuego alemán.
Macron también invitó a la ceremonia en Omaha Beach a dirigentes de las entonces potencias enemigas -el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente italiano Sergio Mattarella- y al jefe de Estado ucraniano, Volodimir Zelenski, en un gesto enormemente simbólico.
“Es con el más profundo sentido de gratitud que los recordamos a ellos y a todos los que sirvieron en ese momento crítico”, dijo Carlos III en la localidad francesa de Ver-sur-Mer, donde rindió homenaje a los soldados aliados y a los civiles franceses que perdieron la vida, así como al coraje de la resistencia francesa. “Las naciones libres deben unirse para oponerse a la tiranía”, afirmó el monarca.
La gran ausente de la conmemoración es Rusia. Pese al alto precio que pagó la Unión Soviética en la victoria final (27 millones de muertos civiles y militares), el presidente ruso Vladimir Putin no fue invitado, al contrario que hace 10 años. El motivo de su ausencia es su invasión de Ucrania, según afirmó Macron al ser consultado en los días previos al respecto.
Por su pate, durante un intercambio con medios internacionales, el mandatario ruso advirtió sobre la posibilidad de responder a los envíos armamentísticos de países occidentales a Ucrania, con el objetivo de endurecer las reservas castrenses de Kiev en la guerra contra Rusia. Además, Putin volvió a decir que en caso de una escalada bélica, Moscú podría utilizar “todos los medios a nuestra disposición”, lo que vuelve a abrir el interrogante sobre el uso de armas nucleares.