Este 13 de marzo se cumple la primera década de Jorge Bergoglio, tal su nombre secular, como Papa Francisco. Hace 10 años, se convirtió en el 266° pontífice de la Iglesia Católica. Desde entonces, el sucesor de Benedicto XVI acuño frases como el “recen por mí” o “hagan lío” y se destacó hacia dentro y fuera de la institución religiosa.
Cuando el 13 de marzo de 2013 salió el humo blanco de la Capilla Sixtina, la elección de Jorge Bergoglio como máximo pontífice de la Iglesia Católica logró algo inusual: quebrar el relato kirchnerista.
Hasta ese día, periodistas e intelectuales simpatizantes del entonces gobierno de Cristina Kirchner acusaban al cura jesuita de haber tenido relación en el secuestro de los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jálics en 1976, durante la dictadura militar.
Pero ese 13 de marzo aquellas acusaciones quedaron archivadas, más allá de que la Justicia rechazó la validez de tales denuncias. Nadie se quiso bajar del tren que arrasaba los caminos hacia la popularidad del primer argentino sentado en el trono de Pedro.
Sus críticos no sólo se dieron vuelta, sino que convirtieron en idolatría su antigua apostasía.
El Papa también desarmó la historia que en 2013 había contado el exgobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, cuando dijo que “el Papa intercedió infinidad de veces cuando mi familia estaba desesperada al estar yo desaparecido, hasta que después me blanquearon como preso político”. En el libro Aquel Francisco, de Javier Cámara y Sebastián Pfaffen, el Sumo Pontífice dijo no recordar tal episodio.
¿Peronista?
En ese mismo libro, Bergoglio responde a quienes hicieron el proceso inverso: comenzar a criticarlo por su supuesto filoperonismo. “Vengo de familia radical, mi abuelo era radical del ‘90″, cuenta en Aquel Francisco. Y agrega: “Después, en la adolescencia, tuve también una incursión por el zurdaje. Pero nunca me afilié a ningún partido”, destaca. Y tira una pista: “En la exposición de la doctrina peronista hay una ligazón con la doctrina social de la Iglesia”.
Siete veces Cristina
A los cinco días de haber asumido, Francisco recibió a la primera autoridad extranjera de su papado: la entonces presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
El Papa también recibiría luego a Mauricio Macri (dos veces) y a Alberto Fernández (dos ocasiones). Pero con CFK las reuniones fueron siete: además de la mencionada, se encontraron en Brasil (julio 2013), en Paraguay (julio 2015), en Cuba (septiembre 2015) y en el Vaticano (marzo y septiembre 2014, y junio 2015).
Recen por mí
Al mes de asumir, en abril de 2013, en una carta enviada a los obispos argentinos, les pidió: “Recen por mí para que no me la crea”. Nació así la primera de sus frases más difundidas, que delinean con bastante precisión parte de su personalidad.
Abusos de sacerdotes
Apenas asumió, Bergoglio se mostró preocupado por los casos de abusos sexuales cometidos en todo el mundo, con escándalos que estallaron por esos años. Promovió medidas de protección a menores de edad y ayuda a las víctimas, pero los reclamos continuaron por el alto grado de confidencialidad para proteger a los pedófilos, silenciar a las víctimas y evitar investigaciones.
En 2019 ordenó eliminar el llamado “secreto pontificio”, que era una de las principales reivindicaciones de las víctimas.
Desde organizaciones de víctimas de abusos infantiles, como Adultxs por los Derechos de la Infancia, las críticas continúan: Silvia Piceda y Sebastián Cuattromo, fundadores y víctimas, en declaraciones a EFE hablaron de “falta de empatía” del papa Francisco por haber “ignorado” sus múltiples peticiones para que los recibiese.
Hagan lío
En julio de 2013, Francisco se dirigió a un gran auditorio en Río de Janeiro durante la Jornada Mundial de la Juventud. “Hagan lío en sus diócesis. No se queden encerrados en sus comunidades ¡La Iglesia tiene que salir a la calle! ¡Si no sale, la Iglesia se convierte en una ONG; y la Iglesia no es una ONG!”, arengó en aquel encuentro informal, al pronunciar la frase que se transformó en una marca registrada papal.
Reforma de la Curia
En marzo de 2022, el Vaticano presentó la Constitución Apostólica, una de las primeras promesas de Bergoglio apenas asumió en la Santa Sede.
Tiene que ver con la estructura interna de la Iglesia y el rol de sus organismos. También abre las puertas para que laicos y mujeres tengan más peso en la Curia, en línea con otros cambios implementados estos años.
Esta reforma busca frenar la burocratización de la Curia y una Iglesia con más visión hacia afuera, con el enfoque puesto en la forma de evangelizar.
Mediador internacional
Si bien Francisco no alcanzó (aún) un rol geopolítico tan preponderante como Juan Pablo II (el llamado “papa viajero”, que fue una influencia clave para la caída de la Cortina de Hierro en los ‘80), tuvo intervenciones diplomáticas importantes.
Jugó un papel destacado en el restablecimiento de las comunicaciones entre Estados Unidos y Cuba, en 2014, tras 30 años de conflicto. Recibió a Raúl Castro y visitó a Barack Obama, durante su resonante viaje a EE.UU.
En junio de 2014 reunió en los jardines del Vaticano al entonces presidente israelí, Shimon Peres, y a su par palestino, Mahmoud Abbas. Hizo que se dieran las manos, que plantaran un olivo y que rezaran juntos por la paz en Oriente Medio.
En septiembre de 2017, el Papa también viajó a Colombia para impulsar la reconciliación de la sociedad y la clase política, en medio de la controversia por el acuerdo de paz entre el gobierno de ese país y las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Récord de santos
Francisco ya es el Papa que más santos proclamó. Fueron 911. Le sigue Juan Pablo II, con 482. Pero de esos 911, hay 813 canonizados al mismo tiempo: los Mártires de Otranto, cuyos nombres no se conocen, a excepción de uno, Antonio Primaldo.
Entre los santos más reconocidos que se convirtieron en tales en los últimos 10 años, figura el cordobés José Gabriel Brochero, el cura gaucho, primer santo que nació, vivió y murió en Argentina. También la doble canonización de antecesores de Bergoglio: Juan XXIII y Juan Pablo II. Y la Madre Teresa de Calcuta, en 2016.
Homosexualidad
La mejor síntesis del pensamiento de Francisco sobre la homosexualidad se registró en la última entrevista que concedió a la agencia AP, en enero de 2023. Algunos medios la titularon con el reclamo del Papa contra las leyes que criminalizan la homosexualidad en algunos países, y otros priorizaron su frase “Ser gay es un pecado”.
En rigor, dijo ambas cosas: criticó las leyes que criminalizan la homosexualidad como “injustas”, pidió a los obispos católicos que acogieran a las personas LGBTQ en la Iglesia, pero luego aclaró: “Cuando dije que es un pecado, simplemente me referí a la enseñanza de la moral católica, que dice que todo acto sexual fuera del matrimonio es pecado”.
La salud del Papa Francisco
“Estoy bien de salud. Por la edad que tengo, estoy normal”, dijo en enero pasado el pontífice de 86 años, aunque afirmó que su diverticulosis había vuelto. En 2021, le extirparon 33 centímetros de intestino grueso por la inflamación causada por un estrechamiento del colon.
Y si bien varias veces se refirió a su salud y a la posibilidad de renunciar, también aclaró en otra entrevista que no lo hará por ahora. “Cuando sienta que el Señor me lo pide, sí”, señaló en septiembre de 2022.
Argentina mía
La relación del Papa con Argentina es ambigua. Si bien evitó siempre que sus palabras se leyeran como una intromisión en la vida política, en la última entrevista concedida a AP se mostró crítico de la actual situación. “Argentina en este momento, y no hago política, leo los datos, tiene un nivel de inflación impresionante”, dijo en la entrevista de enero pasado con AP.
“En el año ‘55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza era del 5%, hoy la pobreza está en el 52%. ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”, agregó el Sumo Pontífice.
Sobre la posibilidad de regresar al país, señaló: “Por ahora, no”.
Y finalizó con un chiste sobre los argentinos: “Hay una historia teológico-cultural que dice que los ángeles custodios de los países se fueron a quejar a Dios y le dijeron: ‘Fuiste injusto con nosotros porque a cada uno nos diste riqueza, minería, agricultura, ganadería, y a los argentinos les diste todo, todo, tienen todas las riquezas’. Dicen que Dios pensó un poco y dijo: ‘Para equilibrar, también les di a los argentinos’”, remató.