El puerto de Beirut retomó este martes parte de sus operaciones tras los graves daños sufridos por las explosiones que hace ocho días devastaron a un sector importante de la capital libanesa, en un intento por reanudar rápidamente la actividad, crucial para la recuperación económica del país.
“El puerto está operando para permitir que los barcos descarguen contenedores y cargas y que los comerciantes puedan recogerlas”, informó el ministro de Economía y Comercio, Raoul Nehme, en un video publicado en Twitter.
Por su parte, las Fuerzas Armadas siguen trabajando para retirar los escombros tanto en el puerto como en las zonas aledañas, informó la agencia de noticias libanesa NNA.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, llegó hoy a Beirut para entregar ayuda económica a la Cruz Roja libanesa, de un monto de 1 millón de euros, como primera parte de un paquete que alcanzaría un total de 20 millones (23,57 millones de dólares)
“Líbano necesita ahora un nuevo comienzo y profundas reformas económicas”, expresó Maas antes de partir, un mensaje que ya expresaron otros líderes mundiales que se han movilizado para ayudar al país tras las explosiones.
Entretanto, el presidente de Líbano, Michel Aoun, afirmó hoy que los daños materiales causados por las explosiones ascienden al menos a 15.000 millones de dólares e indicó a través de una serie de mensajes en Twitter que trasladó hoy ese cálculo al Rey Felipe VI de España durante una conversación telefónica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió hoy que más de la mitad de las estructuras sanitarias de Beirut quedaron fuera de uso con la devastación causada por las explosiones.
En una conferencia de prensa desde Egipto, el director para las emergencias regionales de la OMS, Richard Brennan, detalló que verificaron 55 hospitales y clínicas. Algunos quedaron completamente fuera de uso, otros solo de manera parcial, según reprodujo la agencia de noticias ANSA.
Las explosiones del 4 de agosto en el puerto de Beirut tuvieron lugar en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica -la peor desde la guerra civil (1975-1990)- y se teme que la destrucción ocasionada por las mismas impacten directamente en la importación de alimentos y otros productos básicos.
Además de enfrentar la destrucción y una profunda crisis política y económica, Líbano también atraviesa una segunda ola de contagios que, justo antes de las explosiones, había obligado al Gobierno a volver a imponer una cuarentena en varias parte del país.
Líbano registró hoy un número récord de muertos diarios con siete fallecidos en las últimas 24 horas y otros 309 casos confirmados nuevos, según la cadena Al Jazeera.
En total, el país ya suma más de 7.100 casos y 87 muertos desde febrero pasado, cuando llegó la pandemia.
El incendio y posterior explosión en un depósito del puerto en el que había almacenados en condiciones inadecuadas 2.750 toneladas de un químico altamente inflamable profundizó aún más la crisis política que vive el país desde hace 10 meses, cuando masivas protestas comenzaron a tomar las calles y a sacudir a la dirigencia política.
Aoun destacó hoy su compromiso en garantizar que las investigaciones tengan “todo el alcance” a la hora de depurar responsabilidades por lo sucedido y “desvelar toda la verdad sobre la explosión, sus circunstancias y a los responsables en todos los niveles”.
Las explosiones fueron atribuidas inicialmente a un accidente a causa del mal almacenamiento de nitrato de amonio, si bien el propio Aoun dijo el viernes que aún no descarta la posibilidad de que una “interferencia externa” fuera la causa.
El lunes pasado, el Gobierno dimitió en bloque a raíz de la tragedia, que dejó 200 muertos y más de 7.000 heridos, según cifras brindadas hoy por el Ministerio de Salud y reproducidas por la agencia de noticias alemana Europa Press.
Las partes políticas iniciaron ya contactos para tratar de formar un nuevo Gabinete con la mirada puesta en cerrar un acuerdo antes de fin de mes, mientras el presidente del Parlamento de Líbano, Nabih Berri, abogó ayer por la creación “rápida” de un nuevo Gobierno que sustituya al del dimitido y encabezado por Hassan Diab.
En tanto, hoy el bloque parlamentario del partido chiíta libanés Hezbollah abogó por la formación “rápida” de un nuevo Gobierno en pos de un Ejecutivo “eficiente” tras la dimisión de Diab, y criticó a “ciertos partidos y medios” por “empujar al país hacia el caos constitucional y de seguridad”, informó Europa Press.