Tras sus controvertidos comentarios sobre feminismo y la identidad de género, J.K. Rowling ha salido al paso de las acusaciones de transfobia. La autora de la saga Harry Potter ha publicado un extenso ensayo en su web en el que ha aclarado su postura sobre las personas trans, además de revelar que ha sido víctima de maltrato y abuso sexual en el pasado.
“Este no es un texto fácil de escribir, por razones que pronto quedarán claras, pero sé que es hora de explicarme sobre este tema rodeado de toxicidad. Escribo esto sin ningún deseo de añadir más toxicidad”, comienza el texto. Rowling explica que su interés en los temas trans es “profesional” ya que está “escribiendo una saga de crímenes, ambientada en la actualidad, y mi detective ficticia tiene la edad para interesarse y verse afectada por estos temas”.
“He estado en el ojo público más de veinte años y nunca he revelado públicamente que soy una superviviente de violencia doméstica y agresión sexual”, revela en el ensayo. “Logré escapar de mi primer matrimonio violento con cierta dificultad. Sin embargo, las cicatrices dejadas por la violencia sexual no desaparecen”, afirma. “Como todas las supervivientes de abuso y agresión sexual que conozco, no siento nada más que empatía y solidaridad por las mujeres trans que han sido maltratadas por hombres”, agrega.
Aunque Rowling considera que “las personas trans no representan una amenaza” y “merecen protección”, sí recalca su miedo a que “las niñas y mujeres por nacimiento estén menos seguras”. “Cuando abres las puertas de los baños y vestuarios a cualquier hombre que cree o siente que es una mujer -y hoy en día, como he dicho, los certificados de confirmación de género se pueden otorgar sin necesidad de cirugía u hormonas- entonces abres la puerta a todos y cada uno de los hombres que desean entrar. Esa es la simple verdad”, reivindica.
La autora británica quiso dejar clara su postura respecto a la definición de mujer, señalando que "ser mujer no es un disfraz, no es una idea en la cabeza de un hombre, no es tener un cerebro rosa, una afición por los zapatos Jimmy Choo o cualquiera de las otras ideas que ahora se promocionan como progresistas", argumenta. "El lenguaje inclusivo que denomina a las mujeres 'intrusas' y 'personas con vulvas' es deshumanizante y degradante", dice.
Rowling plantea su preocupación en torno al nuevo activismo trans y su intención de “acabar con la definición legal de sexo y reemplazarla por género”. La británica también defiende su “libertad de expresión” y destaca los posibles efectos del movimiento trans en la educación y protección de los menores.
“Me preocupa la gran explosión de jóvenes que desean hacer la transición y también el número creciente de personas que parecen querer revertir esta transición”, lamenta. “Quiero ser muy clara: sé que la transición será una solución para algunas personas con disforia de género, aunque también sé por una extensa investigación que los estudios han demostrado que entre el 60 y el 90% de los adolescentes con disforia de género crecerán y superarán su disforia”, añade.
La autora hace referencia a los planes del gobierno escocés, que busca reformar la noción de género de manera que “todo lo que un hombre necesita para convertirse en mujer es decir que lo es”. “La actual explosión del activismo trans está instando a la eliminación de los sistemas que se requerían para la reasignación sexual. Un hombre que no tiene la intención de operarse ni tomar hormonas ahora puede obtener un Certificado de Reconocimiento de Género y ser una mujer a ojos de la ley”, critica la escritora.
La creadora de la franquicia literaria termina su escrito apelando a la “empatía” y “comprensión” para todas aquellas mujeres “cuyo único delito es que se escuchen sus preocupaciones sin recibir amenazas y abusos”.
La explicación de Rowling sobre su postura llega después de las fuertes acusaciones de “transfobia” que generaron los mensajes en Twitter que publicó el pasado fin de semana. Una opinión de la que se han desmarcado diversas estrellas y personalidades relevantes, incluidas varias estrellas de las adaptaciones cinematográficas de su saga de libros como Daniel Radcliffe, Emma Watson o Eddie Redmayne.