La Policía de Bruselas interceptó y abatió este martes a Abdesalem Lassoued, el yihadista de origen tunecino acusado de matar a dos ciudadanos suecos el lunes en la capital de Bélgica, en un incidente que el primer ministro condenó como un acto de “locura terrorista”. Se trata del segundo ataque ocurrido desde el llamado a la “guerra santa” por parte de Hamás, en actual conflicto con Israel: la semana pasada, un joven asesinó a puñaladas a un profesor en Arras, Francia.
En un café de la plaza Eugène Verboekhoven, los agentes de policía abrieron fuego contra Abdesalem Lassoued que resultó “neutralizado”, después de toda una noche de intensas búsquedas por toda la capital de Bélgica. La ministra del Interior, Annelies Verlinden, anunció en la red X que “el autor del atentado terrorista en Bruselas ha sido identificado y ha muerto”.
En una conferencia de prensa realizada el inicio de la mañana de este martes, el primer ministro belga, Alexander De Croo, dijo que el sospechoso era un hombre de Túnez que vivía en Bélgica en forma ilegal. Ya era conocido por la Policía bruselense por participación de tráfico de personas y al menos un “atentado a la seguridad del Estado”. El arma utilizada en el ataque se encontró en el lugar de la detención del sospechoso, dijo la ministra del Interior, Annelies Verlinden.
Además, agregó De Croo, se trata de alguien que reivindicó responsabilidad por el ataque había divulgado en redes sociales un video asegurando que se inspiró en el grupo radical Estado Islámico (EI). Una de sus frases fue -como pasó en el ataque en Francia- “Alá es grande”.
”El ataque terrorista que ocurrió ayer [lunes] fue cometido con total cobardía. El atacante escogió como blancos a dos aficionados de fútbol suecos”, expresó De Croo, quien añadió que también un taxista resultó herido.
”El terrorismo ataca en forma indiscriminada (...) Su objetivo es sembrar miedo, desconfianza y división en nuestras sociedades. Los terroristas deben saber que nunca van a alcanzar sus objetivos”, manifestó el alto funcionario.
El gobierno belga activó el centro nacional de crisis y elevó la amenaza terrorista al nivel 4 (“muy grave”), el nivel máximo, en la región de Bruselas, y al nivel 3 (“grave”) en el resto del país.
En la capital belga, las sedes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE) declararon situación de alerta y cerraron el acceso a visitantes.
Sobre el responsable de los crímenes, Abdesalem Lassoued, el ministro de Justicia, Vincent Van Quickenborne, reveló que en 2016 “informaciones no confirmadas y transmitidas por un servicio de policía extranjero indicaban que tenía un perfil radicalizado”.
El tunecino había presentado una demanda formal de asilo en Bélgica en noviembre de 2019, que fue finalmente negado en octubre de 2020. Fue eliminado de los registros en febrero de 2021 y desde entonces no había podido ser localizado.
El ataque ocurrió al fin de la jornada del lunes en Bruselas, poco antes de un partido de fútbol entre las selecciones de Bélgica y Suecia. En el estadio Rey Balduino, de Bruselas, los jugadores suecos se negaron a retornar al terreno de juego para el segundo tiempo, de forma que el encuentro fue suspendido.
Suecia ha visto deteriorarse dramáticamente su relación con países musulmanes en el último año a raíz de seguidos casos de protestas que incluyeron la quema de ejemplares del Corán.