Los bancos de la escuela de Alana y Leila, las gemelas argentinas de 12 años que el martes se arrojaron al vacío desde el balcón de su casa en el pueblo de Sallent, provincia de Barcelona, son hoy puro graffiti. Por sugerencia de algunos profesores, los compañeros de clase escribieron sobre los bancos de las nenas mensajes para ambas.
“Descansa en paz”, “Te vamos a echar de menos”, son algunos dirigidos a Alana, la gemela que murió al caer del tercer piso. “Espero que te recuperes”, dice otro para Leila, quien sobrevivió a su hermana aunque sigue internada y está grave.
“Iván, te queremos”, se lee en un costadito. Este era el nombre que Alana había elegido para sí misma. Se había cortado el pelo y no ocultaba su deseo de cambiar de sexo, decisión que le habría costado, más de una vez, burlas y acoso entre sus compañeros, detalla Diario La República.
Esta posible transfobia es hoy una de las pistas que investiga el juzgado de Instrucción número 5 de Manresa, a cargo de determinar si las gemelas habrían decidido saltar juntas desde el balcón de su casa por voluntad propia y por qué lo habrían hecho.
Tampoco se descarta que las nenas padecieran acoso escolar por el acento argentino con el que hablaban. Habían llegado a Sallent, un pueblo catalán de 6.700 habitantes en el que viven unos 20 argentinos, en 2020.
En un principio, el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña y la escuela pública en la que cursaban el primer año de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) negaron con firmeza que las argentinas padecieran bullying, porque no existían registros de ningún procedimiento que se estuviera tramitando al respecto. Aunque admitieron que las gemelas estaban recibiendo apoyo psicológico.
“Asesinato social”
A tres días de la tragedia, sin embargo, el acoso es un argumento cada vez más sólido según los Mossos d’ Esquadra, la Policía de Cataluña que participa en la investigación.
Sobre el pupitre “tuneado” de mensajes para las gemelas, abundan palabras cariñosas. Pero también figura un perturbador “Alana off” (“Alana afuera”) junto a un corazón.
“Que sí, que alguna vez se han reído por el cambio de nombre”, admitió la mamá de un adolescente que compartía clase con las chicas.
Para el Observatorio contra la Homofobia de Cataluña (OCH), la muerte de Alana es un “asesinato social”.
“Una muerte marcada por la intolerancia, el bullying, la transfobia. Enviamos todo el calor al entorno de Iván y nos ponemos a disposición en caso de que se solicitara acompañamiento psicosocial y jurídico”, ofrecieron desde el Observatorio.
Ley trans en España
Cinco días antes de que las gemelas cayeran desde el tercer piso en el que vivían con sus papás y su hermano de 10 años, España aprobó, en medio de polémicas, la ley trans que permite el cambio de sexo a partir de los 16 años.
La ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI -sigla que engloba a lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales- establece que, a partir de los 16 se puede cambiar el sexo en el Registro Civil sin requisitos terapéuticos.
Entre los 14 y los 16 también se podrá hacer si los padres están de acuerdo y acompañan la libre autodeterminación de sus hijos.
Sí será necesaria la autorización judicial para los que tienen entre 12 y 14 años.
La nueva ley trans le hubiera permitido a Alana, aún con 12, cambiar su nombre en su DNI.