El Gobierno alemán declaró ayer el nivel de “alerta temprana” de su plan de emergencia energética ante el riesgo de un eventual corte del suministro de gas ruso, como consecuencia del rechazo a cumplir con la exigencia de Moscú de pagar en rublos por el combustible.
El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, confirmó la activación del nivel de “alerta temprana”, la primera de las tres fases del plan de emergencia para garantizar el suministro energético del país. “La seguridad del suministro sigue estando garantizada”, afirmó el ministro alemán, destacando que, en la actualidad, no hay cuellos de botella en el suministro. “Sin embargo, debemos intensificar las medidas de precaución para estar preparados en caso de una escalada de Rusia”, añadió.
De este modo, se establecerá un grupo de trabajo dentro del Ministerio de Economía que se encargará de supervisar a diario la situación y las reservas, que en la actualidad se encuentran al 25% de su capacidad. “El suministro global de todos los consumidores de gas alemanes está actualmente garantizado. Hay suficiente gas en los mercados (...) Sin embargo, a partir de ahora, todos los consumidores de gas, desde empresas hasta hogares, también deben reducir su consumo tanto como sea posible”, advirtió el ministro.
Según un segundo nivel de alerta previsto, las medidas de alivio seguirían dependiendo de la iniciativa de los actores del mercado, mientras que en la tercera fase, en caso de que la crisis se agravase y los participantes del mercado no fueran capaces de manejar la situación por sí mismos, el Gobierno alemán podría declarar la emergencia energética.