Las autoridades locales del sur del estado de California, informaron hoy que están en alerta por las decenas de leones marinos y delfines que aparecieron muertos en las playas de dicho estado. Se estima que la causa de las muertes se deben a la ingesta de algas tóxicas, según informó Télam.
La causa de esa mortandad sería un “alga tóxica” que está envenenando a los mamíferos, provocando entre otras cosas “un comportamiento más agresivo” por parte de los animales.
“Algunos se han visto manifestando síntomas graves como sacudidas de cabeza, espuma en la boca, convulsiones y pérdida de habilidades motoras”, reportó la agencia de noticias ANSA. Asimismo, en las últimas semanas al menos “una veintena de personas han sido mordidas por lobos marinos y delfines, normalmente animales inofensivos”, se indicó en un comunicado oficial, que advirtió a los bañistas que se mantengan “alejados de los animales afectados” y que “llamen a las grupos de rescate”.
![La causa de esa mortandad sería un "alga tóxica" que está envenenando a los mamíferos, provocando entre otras cosas "un comportamiento más agresivo" por parte de los animales. Gentileza: C5N.](https://www.losandes.com.ar/resizer/v2/UOT4SUJG2NC5TNGFMN55L36AOA.png?auth=6a6c48634ee38564161a7ed5af27761a8ec9f8ca9825ce310edbc586c8486efe&width=790&height=514)
Por el momento, los casos de envenenamiento a través de esa toxinas se concentran en la región sur de California y los científicos temen que el fenómeno pueda extenderse por todo el estado. Se trataría de la “floración de algas nocivas” que pueden producir “venenos”, enfermando a las personas y a los animales, además de afectar también “severamente” el medioambiente, indica el reporte científico.
Organizaciones de rescate de mamíferos marinos se ven desbordadas y se cree que “cientos de leones marinos murieron entre junio y lo que va de julio, según un estudio del Servicio Nacional de Pesca Marina de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
Por su parte la cantidad de delfines fallecidos “alcanzó el centenar”, afirmó Michelle Berman Kowalewski, fundadora y directora de la Unidad de Investigación de Cetáceos de las Islas del Canal, una organización de “bio-vigilancia” con sede en Santa Bárbara (California).
”Los nutrientes arrastrados al océano por las lluvias y por los vientos, crean unos efectos de remolino en el canal y provocan estos afloramientos”, evaluó la investigadora norteamericana, adjudicándolos entre los “principales factores que contribuyen a la proliferación de algas tóxicas”.