En una zona industrial de Lviv, principal ciudad del oeste de Ucrania, los trabajadores de una cervecería dejaron de elaborar bebidas y ahora producen cócteles molotov para utilizarlos contra el ejército ruso.
“Debemos esperar a que el trapo esté bien empapado y cuando lo está, entonces el cóctel molotov ya está preparado”, explica sonriente un joven empleado vestido con un abrigo rojo y una gorra, mientras empuja un trapo hasta el fondo de una botella de cerveza, llena de una mezcla de aceite y gasolina.
Al mismo tiempo, a su lado, dos otros empleados repiten el mismo gesto bajo un ambiente distendido. Los cócteles molotov que ya están preparados los ponen encima de unas tablas para protegerlos de los copos de nieve que caen.
Ante el temor de la llegada de tanques rusos en Lviv, un feudo de la identidad ucraniana, estas armas callejeras parecen irrisorias, pero Iuri Zastavny, se toma muy en serio su fabricación. Fundada en 2014, Pravda es una conocida empresa en Lviv, donde ya dio que hablar al nombrar “Putin Huilo (”Putin cabeza de polla”) a una de sus cervezas más conocidas.
Sus empleados empezaron el sábado a fabricar cócteles molotov, destinados a la defensa territorial ucraniana.
Los puestos de control ya están muy equipados en la entrada de esta ciudad con 720.000 habitantes, donde policías, militares y voluntarios controlan estrictamente el paso de todos los vehículos.
La cervecería indicó en las redes sociales el domingo haber abierto sus tiendas para que sirvan de refugio subterráneo en caso de alerta aérea.
Pero ha previsto seguir fabricando cócteles molotov. “Debemos hacer todo lo posible para ayudar a ganar esta guerra”, asegura Zastavny.
