Miles de personas se reunieron en el centro de Montevideo para participar de una nueva edición de la marcha por el Día Internacional de la Mujer. “Fuego al patriarcado”, cantaba un grupo de mujeres jóvenes y de niñas en la marcha del 8 de marzo, mientras sostenían una cabeza de una mujer judía atravesada por una lanza.
A su vez, llevaban una pancarta que reclamaba por “Palestina libre” y “Fuego al colonialismo patriarcal”. En respuesta, el comité israelita de Uruguay, a través de su presidente Roby Schindler, afirmó que están “preocupados y dolidos” por lo sucedido.
“Hay indignación, hay dolor, frustración enorme. Nos jactamos de que Uruguay es una isla, Uruguay es un país maravilloso, yo me paso diciendo que es el mejor país del mundo, en donde la colectividad judía está instalada hace más de 100 años. Mis abuelos escaparon de hechos como los que ocurrieron este 8 de marzo en pleno 18 de Julio en medio de una manifestación por reivindicar la igualdad de derechos de la mujer, con la que estamos plenamente identificados. No podemos entender, realmente estamos doloridos”, dijo al canal de noticias Telemundo Schindler.
Ante esta situación, el comité realizará este lunes una denuncia ante Fiscalía y lanzó un comunicado:
El Comité Central Israelita del Uruguay expresa su más profundo rechazo y dolor ante las muestras de odio e incitación a la violencia perpetradas en la marcha del 8M.
Conmemorar y reivindicar la igualdad de derechos para la mujer, es una causa con la que el CCIU está plenamente identificado, pero utilizar esa plataforma para incitar al odio contra el judaísmo, nos retrotrae a lo peor del ser humano, como lo que se vivió en la Alemania nazi en los años 30.
No podemos permanecer callados dejando que se naturalice odiar al otro.
Instamos a las instituciones sociales y políticas a no sumarse a este tipo de manifestaciones que contradicen sus propios objetivos.
Comité Central Israelita del Uruguay.
Al mismo tiempo, Se desarrollaron violentas protestas protagonizadas por seguidores del grupo terrorista Hamas mientras se inauguraba el Museo del Holocausto en Ámsterdam. Algunos lanzaron fuegos artificiales y huevos a la policía, mientras que otros intentaron escalar furgones policiales a medida que la protesta se volvía más tensa por la tarde. Los medios de comunicación locales informaron de la asistencia de al menos 1.000 manifestantes.