Como en todo el globo, el turismo fue el sector más afectado para estos países que vieron pérdidas millonarias en sus principales destinos turísticos, como Buenos Aires, los glaciares patagónicos y las cataratas de Iguazú, en Argentina, o Montevideo y las playas del este, en Uruguay.
El secretario general de la Cámara de Turismo de Uruguay, Francisco Rodríguez, explicó que en este nuevo tiempo que se avecina “hay que proteger y cuidar al turista”, por lo que no deben usarse “precios excesivos”.
Noviembre en Uruguay será de pura intensidad turística, puesto que será anfitrión de las finales de la Copa Sudamericana, la Copa Libertadores femenina y la Copa Libertadores, por lo que se espera una llegada masiva de visitantes, fundamentalmente de Brasil. Por el momento, para esos días existe una ocupación hotelera cercana al 100% en Montevideo y una reserva de alojamientos en otros departamentos (provincias), todo ello con precios más elevados de lo habitual, lo que ha generado el miedo en la Cámara a que también se eleven tarifas en la gastronomía y la hostelería.
Por su parte, el presidente de la Federación de Cámaras de Turismo de Argentina (Fedecatur), Héctor Viñuales, afirmó que la llegada de turistas extranjeros supondrá no solo “más ingresos” para el sector, “sino cubrir parte de los pasivos” generados durante la pandemia y, pasado un tiempo, generar los “excedentes para poder invertir”. “El turismo extranjero le da ese plus económico a nuestro país en materia turística que no te lo da otros segmentos de esta actividad”, reconoció Viñuales.