El Gobierno de Armenia acusó ayer a las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán de haber lanzado un ataque contra posiciones armenias con artillería y armas de gran calibre en dirección a varias ciudades ubicadas en la frontera común. “El 13 de septiembre, a las 0.05 horas (hora local), las unidades de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán han comenzado a disparar intensamente (...) en dirección a Goris, Sotk y Jermuk”, afirmó el Ministerio de Defensa armenio en un comunicado.
Asimismo, el Gobierno de Armenia detalló que en algunos puntos de la frontera se produjeron “batallas posicionales”, y que “el enemigo” no detiene los intentos de avance, a la vez que acusó a su vecino de la responsabilidad de todo lo sucedido.
El Ministerio de Defensa armenio denunció ataques con artillería, morteros, drones y armas de gran calibre contra varias localidades, alcanzando “infraestructuras militares y civiles”. “La situación creada como resultado de la agresión a gran escala llevada a cabo por Azerbaiyán ha sido presentada a los representantes militares de las embajadas acreditadas en Armenia y se ha trasladado que la cúpula militar y política de Azerbaiyán tiene la total responsabilidad de lo ocurrido y los posteriores acontecimientos”, zanjó
Azerbaiyán, por su parte, calificó las noticias sobre la intervención azerí en territorio armenio como “no más que tonterías”. “El único Estado agresor y ocupante en la región es la República de Armenia. Todavía continúa la presencia de personal y equipo de las Fuerzas Armadas armenias en la zona económica de Karabaj en Azerbaiyán”, expresó el Ministerio de Azerbaiyán en un comunicado.
El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán informó ayer de 50 bajas mortales en las filas del Ejército a consecuencia de los enfrentamientos desatados en la frontera con Armenia. Así el número de bajas de ambas partes asciende a 99 en menos de 24 horas, ya que Ereván informó previamente de la muerte de al menos 49 militares armenios en los choques armados.
El conflicto entre Azerbaiyán y Armenia, que en las últimas horas ha vivido una importante escalada, comenzó en 1988, todavía en tiempos de la Unión Soviética, cuando el enclave de Nagorno Karabaj, en territorio azerbaiyano, y poblado en su mayoría por armenios, se levantó para pedir su incorporación a Armenia. Las tensiones desembocaron en una cruenta guerra que, entre 1992 y 1994 , provocó la muerte de más de 30.000 personas y se saldó con la victoria armenia, que supuso para Azerbaiyán la pérdida de más del 10% de su territorio. Desde entonces ha existido un frágil equilibrio de alto el fuego, roto de forma grave en 2016 y, sobre todo, en el otoño de 2020, cuando un nuevo enfrentamiento entre finales de septiembre y noviembre dejó miles de muertos.
Un acuerdo de paz patrocinado por Vladímir Putin puso fin a la contienda, tras la que Azerbaiyán recuperó gran parte del territorio de Nagorno Karabaj.