Ubicado en Brasil, “Orión” será el primer laboratorio de máxima seguridad biológica (nivel 4) en Sudamérica que almacenará y estudiará organismos letales y sin cura.
Más allá de que los investigadores están entusiasmados con la perspectiva de contar con una instalación donde puedan estudiar de forma segura los patógenos más peligrosos de la región, algunos se preguntan cuál es el costo de mantener un laboratorio de estas características y la reacción que seguramente recibirán por parte de la población local.
Brasil tendrá un laboratorio de virus letales y sin cura
Según informó la revista Nature, Orión se está construyendo junto a una instalación de sincrotrón circular en el Centro Brasileño de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM), en Campinas, São Paulo. Aunque el almacenamiento de patógenos mortales suscita preocupaciones, los científicos creen que el laboratorio representará un avance crucial para la ciencia en la región.
Flávio Fonseca, virólogo de la Universidad Federal de Minas Gerais, destacó la necesidad de un laboratorio de este tipo en Sudamérica, una región que ha registrado múltiples brotes epidémicos en los últimos años. La deforestación en la Amazonía y el cambio climático, que desplaza especies hacia zonas más pobladas, incrementan el riesgo de nuevos brotes, haciendo esencial la existencia de instalaciones como Orión.
“Hemos visto aumentar el número de brotes epidémicos, incluso pandémicos, en los últimos 100 años”, afirmó el especialista. Cuando se produce un brote, los investigadores quieren poder trabajar de forma segura con el virus vivo para comprenderlo y desarrollar vacunas y tratamientos.
Otro desafío para Orión será capacitar a los miembros del personal para trabajar en un tipo de instalación que es nueva para la región. También deberá desarrollar un marco regulatorio para garantizar que los experimentos riesgosos estén supervisados por un panel directivo y deberá instalar medidas de seguridad para evitar el acceso no autorizado por parte de personas u organizaciones que podrían liberar patógenos intencionalmente, dijo Gregory Koblentz, especialista en biodefensa de la Universidad George Mason y coautor del informe Global BioLabs 2023.
En tanto, el Ministerio de Salud brasileño creó un grupo de trabajo para acompañar, monitorear, evaluar y proponer directrices para el desarrollo del laboratorio.
Orión se espera que esté operativo en 2028, con su construcción terminada en 2026. Además de su nivel 4 de bioseguridad, contará con laboratorios de niveles 2 y 3 para otras investigaciones.
Pese a su clasificación intimidante, los laboratorios de nivel 4 son extremadamente seguros, operando bajo estrictos protocolos para proteger a los científicos que trabajarán con patógenos peligrosos.
Orión será el único laboratorio de bioseguridad máxima (BSL-4) en Latinoamérica y el único en el mundo con un sincrotrón, un acelerador de partículas que permitirá a los científicos observar en detalle cómo los patógenos infectan células y tejidos.
Actualmente, existen 51 laboratorios de bioseguridad máxima en el mundo, con la mayoría en Canadá, Europa y Estados Unidos, y otros 18 en construcción.
Las preocupaciones sobre la bioseguridad adecuada en dichos laboratorios se intensificaron desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Los primeros casos de infección con el coronavirus SARS-CoV-2 se detectaron en Wuhan, China, donde los investigadores del Instituto de Virología estaban estudiando coronavirus recolectados de murciélagos.
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