Durante la jornada de ayer, martes 2 de noviembre, Kabul fue escenario de un nuevo incidente violento que dejó una importante cantidad de fallecidos y heridos, algo que se ha hecho costumbre en los últimos meses. Esta vez se trató de un ataque suicida con explosivos y continuado por un tiroteo en un hospital militar de la capital afgana, alcanzando los 25 muertos y dejando a 40 heridos, según informaron las autoridades.
Los talibanes le adjudicaron este acto al grupo yihadista del Estado Islámico, el cual apareció con diferentes golpes frecuentemente desde el arribo del nuevo gobierno talibán en agosto pasado y que son la mayor amenaza del régimen y su seguridad. Hasta el momento ningún grupo se adjudicó el hecho.
“Por desgracia tenemos 25 muertos en el ataque de hoy contra un hospital militar”, anunció un miembro talibán –desde el anonimato- a la agencia EFE y elevó la cifra de heridos a al menos 40. Además, la fuente manifestó que la información inicial que manejan “sugiere” que este atentado “fue llevado a cabo por combatientes del Estado Islámico” y aseguró que ya está finalizado luego de que las fuerzas de seguridad neutralizaran a los terroristas.
Las explosiones se produjeron en la entrada del hospital militar Sardar Mohammad Daoud Khan, el principal centro militar de Kabul, situado en el corazón de la capital, con capacidad para 400 camas y a metros de la embajada de Estados Unidos y el Ministerio de Salud de Afganistán.