El Gobierno australiano aumentó un 125 % la tarifa de los visados para estudiantes extranjeros. La medida rige desde este lunes y forma parte de una batería de medidas para regular la inmigración.
De esta manera, la visa estudiantil australiana se convirtió en una de las más caras a nivel mundial. Según el comunicado oficial, la tasa para los visados de estudiantes extranjeros aumentará de 710 dólares australianos (473 dólares estadounidenses o 440 euros) a 1.600 dólares australianos (1.607 dólares estadounidenses o 991 euros).
La nueva tarifa se sitúa por encima de las 490 libras esterlinas (620 dólares estadounidenses o 577 euros) que cobra el Reino Unido por sus visados o los 185 dólares (172 euros) en Estados Unidos, o los 150 dólares canadienses (110 dólares estadounidenses o 102 euros) en Canadá, explicó la agencia de noticias EFE.
A través de esta medida, el Gobierno australiano intenta “restaurar la integridad en el sector de la educación internacional” y “financiar una serie de importantes iniciativas en materia de educación y migración”.
“La educación internacional es un activo nacional increíblemente importante y tenemos que garantizar su integridad y calidad”, remarcó el ministro australiano de Educación, Jason Clare, en el comunicado.
Esta semana también entraron en vigor otras medidas como los cambios a los umbrales de ingresos para la inmigración temporal, para cerrar los vacíos legales que permiten a los estudiantes extranjeros y otros titulares de visados prolongar continuamente su estancia en Australia.
El Gobierno australiano afronta fuertes presiones para reducir la inmigración, incluyendo la de los estudiantes internacionales, por el alto costo de las viviendas en las principales ciudades como Sídney y Melbourne.
