El gobierno de Austria tomó la decisión de transformar la casa natal de Adolf Hitler en un puesto de Policía y, además, utilizar la residencia como centro de formación de agentes en materia de Derechos Humanos. Los trabajos de remodelación en el controversial inmueble comenzarán en octubre y podrían finalizar hacia 2025.
“El inicio de trabajos está previsto para el 2 de octubre”, precisó a AFP un portavoz del ministerio del Interior. “Tras la renovación arquitectónica del edificio cargado con un fuerte pasado, serán instalados ahí una comisaría de policía y un centro de formación para agentes en derechos humanos”, según un reciente comunicado.
Se decidió que no fuera un lugar de memoria, para evitar que se convirtiera en lugar de peregrinación neonazi a este inmueble en donde nació Adolf Hitler el 20 de abril de 1889 y vivió sus primeros años.
El objetivo “es romper durablemente el culto que hay por él en los medios extremistas”,dijo una comisión de expertos creada desde 2016 por el gobierno.
La demolición fue descartada, pues Austria debe “enfrentarse a su pasado”, según los historiadores.
El gobierno emprendió una larga batalla judicial para lograr la propiedad de esta casa situada en el centro de Braunau-am-Inn, en la frontera alemana.
La construcción de 800 metros cuadrados tendrá un nuevo techo y será ampliada. Los trabajos se han demorado y el costo de las obras es ahora calculado en 20 millones de euros financiados por el Estado, frente a los cinco millones estimados inicialmente.
Los nuevos ocupantes se instalarán ahí desde 2026, de acuerdo con el ministerio. El director de un documental que saldrá a fines de agosto, Günter Schwaiger, pidió a las autoridades renunciar a esta reconversión en puesto de Policía.
Eso significa “realizar el deseo de Hitler mismo” a favor del uso administrativo de los locales, como lo formuló en un artículo en el diario local publicado en mayo de 1939, declaró Schwaiger el lunes en una conferencia de prensa en Viena.